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Jue. Nov 21st, 2024

El centro de mayores Santa Ana reconoce a las socias Carmen Espejo e Isabel Aleu por el Día de la Mujer

Mª Ángeles Martínez Rico y María José Batista presiden el acto de reconocimiento a estas dos mujeres, que se ha celebrado este mediodía

La teniente de alcalde y delegada de Mujer, Mª Ángeles Martínez Rico, y la delegada de Tercera Edad, María José Batista, han presidido el acto de reconocimiento a mujeres que organiza el centro municipal de participación activa para personas Mayores Santa Ana con motivo del Día Internacional de la Mujer. En este sentido, durante el acto que se ha celebrado este mediodía se ha reconocido a las socias del centro, Carmen Sánchez Espejo e Isabel Aleu Pérez, por su implicación y trabajo en el centro, así como por su trayectoria personal y profesional.

“Hoy es un día importante, porque venimos a reconocer a dos mujeres que, si ya hoy es difícil, hace años era aún más complicado hacer lo que ellas han hecho, ocupando espacios tradicionalmente muy masculinizados”, ha expresado Mª Ángeles Martínez Rico, quien ha explicado las actividades que se llevan a cabo desde la Delegación de la Mujer. “Hemos avanzado mucho, pero tenemos que seguir dando pasitos desde el seno de la sociedad. Todo ello para conseguir la igualdad real de las mujeres y siempre de la mano de los hombres”, ha incidido la delegada de Mujer.

Hay que resaltar que Carmen Sánchez Espejo, socia del centro y actualmente usuaria de la Delegación de Mujer, se ha dedicado desde los 19 años al Servicio de Ayuda a Domicilio, siendo pionera ya que comenzó con cuatro compañeras más en el barrio de Chamberí, Madrid. Eran tiempos de posguerra y poco a poco el servicio fue creciendo hasta que tuvieron que montar la empresa del Servicio de Ayuda a Domicilio. Durante sus años de servicio tuvo la oportunidad de cuidar a María Cristina Montes, poeta y escritora durante la Guerra Civil, que le dedicó varios poemas.

Por su parte, Isabel Aleu Pérez es electricista de profesión, pero lo ha tenido muy difícil para poder trabajar por su condición de mujer. Ser electricista en su época no fue fácil, ya que era una profesión que se consideraba de hombres.

Por este motivo mayormente se ha tenido que dedicar a la limpieza, pero sin dejar de hacer trabajos de electricista, aunque no se lo pagaran como corresponde.  A ella nunca le importó lo que dijeran, su marido y su familia siempre la apoyó. Fue una mujer pionera y reivindicativa.

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