Este grupo de alumnado e investigadores, seleccionados por el programa ‘Fly Your Satellite’ de la ESA, ha llevado a cabo la verificación ambiental de la carga útil
El equipo de UCAnFly de la Universidad de Cádiz, que actualmente participa en la tercera edición del programa Fly Your Satellite de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha completado con éxito la campaña de ensayos ambientales, con el objetivo de cualificar mecánica y térmicamente la carga útil llamada MELISA-II que forma parte del CubeSat UCAnFly. Se trata de un sistema de medición magnética que utiliza diminutos sensores diseñados para detectar las lentas oscilaciones del campo magnético interplanetario.
Para garantizar la precisión de las mediciones e incrementar la madurez tecnológica de este nanosatélite, el equipo de la UCA debe proteger los sensores de cualquier interferencia magnética no deseada. “Lo que hace especial este experimento es que los sensores se colocan dentro de un pequeño cilindro hecho de mu-metal (una aleación de níquel -hierro), que actúa como un escudo, minimizando las perturbaciones magnéticas”, según explican sus promotores. El lanzamiento, que se espera realizar en 2025, arrojará luz sobre el comportamiento del sistema en las duras condiciones de la órbita a largo plazo, lo que permitirá realizar mediciones más fiables y precisas con sensores más compactos y de menor consumo de potencia.
En primer lugar, los investigadores y alumnado de la UCA sometieron el conjunto de la carga útil a una prueba de vibración que simulaba las cargas mecánicas ejercidas por el lanzador sobre el CubeSat durante el vuelo de ascenso. “Ver que algo en lo que has invertido tanto tiempo se ve sometido a vibraciones tan agresivas da bastante miedo: casi se me parte el corazón”, como señaló uno de los estudiantes del equipo. “Sin embargo, verlo funcionar después fue un alivio tal que hizo que esos minutos de tensión merecieran completamente la pena”.
Tras ello, la carga útil se colocó en la cámara de ciclado térmico en vacío, donde se sometió a niveles profundos de vacío y a una serie de ciclos a temperaturas extremas de frío y calor. De este modo, el equipo se hizo una idea de su comportamiento en órbita, donde está expuesta tanto al vacío del espacio exterior como a las fluctuaciones de temperatura que experimenta en cada órbita cuando el satélite pasa de estar expuesto a la radiación solar y a condiciones de eclipse.
Uno de los estudiantes que participó en la campaña de pruebas destacó que el retorno educativo de esta experiencia fue especialmente significativo, ya que los resultados obtenidos no sólo se utilizaron para la cualificación de la carga útil, sino que también se incluirán en su Trabajo Fin de Grado (TFG).
La campaña de pruebas de cinco días de duración concluyó satisfactoriamente para el equipo, que ahora confía en la idoneidad del diseño termomecánico de la carga útil. El equipo de UCAnFly ha manifestado su satisfacción por tener la oportunidad de utilizar las instalaciones de la ESA (Agencia Espacial Europea) en Bélgica y recibir orientación del personal de la Academia de la ESA en la preparación y ejecución de la campaña de pruebas. Como resume uno de los estudiantes: “no sólo aprendimos conocimientos técnicos espaciales adicionales y procedimientos de laboratorio, sino que también aprendimos mucho sobre buenas prácticas industriales y organización de equipos que mejorarán nuestra eficacia como equipo en general”.
Esta campaña era el segundo viaje que el equipo de la UCA realizaba para la verificación ambiental de la carga útil. En enero, se llevó a cabo en Países Bajos, una prueba de compatibilidad electromagnética (EMC) del correcto funcionamiento de la carga útil en diversas condiciones de campo eléctrico.