En diciembre de 2023, el Consejo de Ministros aprobó una revalorización significativa de las pensiones para el año 2024. Las pensiones contributivas aumentarán en un 3,8%, mientras que las pensiones no contributivas verán un incremento del 6,9%. Esta medida beneficiará a un total de 11,8 millones de pensiones y prestaciones en España.
A partir de agosto de 2024, la pensión media del sistema se sitúa en 1.256,7 euros al mes. Entre las diferentes categorías, la pensión media de jubilación alcanza los 1.444,3 euros, y la de viudedad se establece en 897,3 euros al mes. Por otro lado, las pensiones no contributivas de jubilación e invalidez se han incrementado hasta los 7.250,60 euros anuales, lo que equivale a 517,90 euros mensuales en 14 pagas.
El ajuste en las pensiones tiene un impacto positivo especial en las pensiones más bajas, beneficiando especialmente a las personas con menor renta. Además, esta subida contribuye a la reducción de la brecha de género, un objetivo clave del Gobierno.
Las pensiones contributivas, que incluyen jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares, son prestaciones económicas concedidas a quienes han tenido una relación jurídica previa con la Seguridad Social y cumplen ciertos requisitos. En contraste, las pensiones no contributivas están destinadas a quienes carecen de recursos suficientes para su subsistencia, incluso si no han cotizado nunca a la Seguridad Social o no han cotizado el tiempo necesario.
La cuantía de las pensiones contributivas se determina en función de las aportaciones efectuadas durante la vida laboral del beneficiario, mientras que las pensiones no contributivas se ajustan anualmente según la Ley de Presupuestos Generales del Estado.
Este ajuste busca no solo mejorar la calidad de vida de los pensionistas, sino también asegurar que el sistema de pensiones siga siendo justo y equitativo para todos los beneficiarios.