El Hospital de Puerto Real activa su plan de prevención tras una agresión física a una enfermera

El Hospital de Puerto Real activa su plan de prevención ante agresiones después del ataque sufrido por una supervisora de Enfermería, convocando una concentración de repulsa y reforzando las medidas de apoyo al personal sanitario.

El Hospital de Puerto Real activa su plan de prevención ante agresiones después de que una supervisora general de Enfermería fuera víctima de una agresión física en la noche del miércoles. Los hechos, denunciados formalmente en la mañana de este 4 de diciembre, han llevado al centro hospitalario, dependiente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), a poner en marcha de inmediato el Plan de Prevención y Atención a las Agresiones, un protocolo diseñado para proteger a los profesionales sanitarios frente a episodios violentos.

El incidente ocurrió en la planta de Cirugía, cuando la profesional acudió a la habitación de una paciente en la que se había concentrado un número elevado de personas. En ese momento, uno de los familiares presentes agredió físicamente a la supervisora y huyó rápidamente antes de la llegada del personal de seguridad del hospital y de los agentes de la Policía Nacional. Según fuentes del centro, este tipo de situaciones generan un grave riesgo para los profesionales, que continúan reclamando responsabilidad social y tolerancia cero ante cualquier conducta violenta.

Ante lo sucedido, el Hospital de Puerto Real activa su plan de prevención ante agresiones y ha organizado una concentración de repulsa al mediodía de hoy, con el apoyo de la Delegación Territorial de Sanidad y de la dirección gerencia del centro. En el acto, se ha expresado respaldo explícito a la enfermera agredida y al conjunto de profesionales que han sufrido episodios similares, en una muestra de unidad frente a una problemática que continúa presente en la sanidad pública.

La Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias ha lamentado de forma contundente lo ocurrido, recordando que la responsabilidad de estos episodios recae exclusivamente en quienes agreden. Además, ha subrayado que lucha de forma permanente contra esta lacra a través del Plan de Prevención y Atención a las Agresiones, que incluye medidas específicas para acompañar y proteger a las víctimas.

Entre estas actuaciones destacan la figura del “profesional guía”, que acompaña a la persona afectada en las primeras horas tras la agresión; canales rápidos para tramitar la denuncia y activar apoyos internos; atención psicológica continuada; y formación especializada dirigida a los profesionales para afrontar situaciones de riesgo en el entorno laboral. La Junta insiste en que ningún trabajador sanitario debe afrontar en solitario las consecuencias de una agresión.

La Consejería ha señalado también el reciente inicio del Observatorio de Agresiones, puesto en marcha en noviembre. Este órgano asesor tiene como misión analizar la evolución de la violencia física y verbal contra profesionales, evaluar políticas de prevención y promover medidas que refuercen la seguridad. Este observatorio complementa el trabajo de la comisión provincial contra las agresiones, que se reúne trimestralmente en distintos hospitales de Cádiz y que este mes celebrará su próximo encuentro en el Hospital Universitario de La Línea.

En estas reuniones participan representantes de hospitales, distritos sanitarios, áreas de gestión y del 061, así como interlocutores policiales de la Policía Nacional y Guardia Civil, el interlocutor sanitario y profesionales de asesoría jurídica de la Delegación Territorial. Su labor conjunta busca identificar puntos de mejora, coordinar actuaciones y reducir los ataques que reciben quienes trabajan en la primera línea de atención sanitaria.

La activación del protocolo tras este último episodio vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de reforzar la protección a los profesionales del sistema de salud. El Hospital de Puerto Real activa su plan de prevención ante agresiones para reafirmar su compromiso con la seguridad de su plantilla y para visibilizar que las agresiones, tanto físicas como verbales, son completamente intolerables y deben ser denunciadas y perseguidas con firmeza.