El Parlamento Europeo escuchará a Verdemar sobre los daños ambientales causados por Gibraltar en el Estrecho
La organización ecologista comparecerá el 25 de septiembre ante la Comisión de Peticiones para exigir que la Comisión Europea inste al Reino Unido a frenar las malas prácticas que amenazan el ecosistema marino del Estrecho de Gibraltar

El Parlamento Europeo ha admitido a trámite la petición de la asociación ecologista Verdemar, Ecologistas en Acción, que comparecerá el próximo 25 de septiembre ante la Comisión de Peticiones para denunciar las prácticas ambientales perjudiciales que, según la organización, Gibraltar lleva a cabo en el Estrecho de Gibraltar, un entorno natural protegido y de gran valor ecológico.
Durante la sesión, el presidente de Verdemar, Antonio Muñoz Secilla, expondrá ante los eurodiputados y miembros de la Comisión Europea las acciones que el gobierno del Peñón estaría ejecutando en contra de la conservación del ecosistema marino, solicitando formalmente que la Comisión Europea presione al Reino Unido para que cumpla con sus compromisos medioambientales.
Según Verdemar, desde la salida del Reino Unido de la UE en 2020 se ha generado un vacío legal que ha sido aprovechado para intensificar actividades perjudiciales en la Zona Especial de Conservación (ZEC) del Estrecho Occidental (ES6120032), protegida por la legislación comunitaria y diversos convenios internacionales.
“Desde el Brexit, Gibraltar ha intensificado actuaciones con graves consecuencias para el medio marino, violando la normativa de la Red Natura 2000 y el espíritu del acuerdo de retirada entre la UE y el Reino Unido”, afirma Antonio Muñoz.
Denuncia de malas prácticas ambientales
Entre las acciones denunciadas por Verdemar se incluyen:
- La colisión de los buques Gloria Maris y HMM St Petersburg el 4 de diciembre de 2024 en aguas del Estrecho, dentro de la ZEC, incumpliendo la normativa vigente sobre navegación y seguridad ambiental.
- La expansión urbanística descontrolada en la cara este de Gibraltar, donde se realizan vertidos de escombros y rellenos al mar para levantar nuevas construcciones como torres residenciales, hoteles y puertos deportivos, lo que ha generado más de 300.000 m² de terreno ganado al mar en zonas ambientalmente sensibles.
- El atraque de submarinos nucleares como el HMS Anson en febrero y otro similar en enero, en un puerto que carece de infraestructura adecuada para el tratamiento seguro de este tipo de buques, lo que incrementa el riesgo de contaminación nuclear en el entorno marino.
Además, Verdemar recuerda que Gibraltar no depura sus aguas residuales, que terminan vertidas directamente en una zona incluida en la Red Natura 2000, algo que consideran inadmisible bajo cualquier estándar ambiental europeo.
El Estrecho, un ecosistema de alto valor ecológico
El Estrecho de Gibraltar, enclave que conecta el Atlántico y el Mediterráneo, es reconocido por su complejidad oceanográfica y diversidad biológica, y está protegido por la Directiva de Hábitats (92/43/CEE), el Convenio de Barcelona y el Convenio de Montecarlo, entre otros.
Muñoz alertará a los parlamentarios de que las malas prácticas señaladas no solo afectan a la costa de Gibraltar, sino que repercuten directamente en aguas españolas, especialmente en zonas como la Bahía de Algeciras y el Mar de Alborán.
La organización pedirá al Parlamento Europeo que inste a la Comisión a que active mecanismos de vigilancia y presión diplomática sobre el Reino Unido, para que este se comprometa formalmente a respetar las normas europeas de protección ambiental, incluso tras su salida de la UE.
Una comparecencia clave para la protección del Estrecho
La admisión a trámite de esta petición supone un paso relevante para Verdemar, que desde hace años lleva denunciando los impactos ambientales de la actividad urbanística, portuaria y militar en Gibraltar. La audiencia del 25 de septiembre será su oportunidad para poner en el centro del debate europeo la situación del Estrecho y exigir medidas concretas.
“No es una cuestión política, sino de responsabilidad ambiental compartida entre gobiernos, instituciones europeas y ciudadanía”, concluye Muñoz.