El reverendoOlivier Cabeza Cabeza, natural de Olvera, ha sido el encargado de pregonar la Semana Mayor de Olvera 2023
El reverendo Olivier Cabeza Cabeza, natural de Olvera y hermano de la Muy Antigua, Real y Venerable Cofradía Sacramental del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, María Santísima de la Esperanza y San Juan Evangelista ha sido el encargado de pregonar la Semana Mayor de Olvera en la Parroquia Nuestra Señora de la Encarnación, lugar donde cantó misa por primera vez el 12 de octubre de 2016. Unas palabras de bienvenida y acogida por parte del párroco de la localidad, Javier Ramírez, abrieron el acto. Sebastián Pernía fue el encargado de presentar al pregonero, Olivier Cabeza, en una emotiva presentación en la que destacó que el pregonero es una persona que intenta vivir su misterio sacerdotal con compromiso y entrega a la Iglesia y a los demás.
El pregonero estuvo arropado por el párroco de la localidad, Javier Ramírez, la alcaldesa de Olvera, Remedios Palma, el presidente del Consejo Pastoral Parroquial, Antonio Pérez, familiares, amigos, hermanos, hermanas mayores y miembros de las Juntas de Gobierno de las distintas hermandades olvereñas, concejales y concejalas de la Corporación Municipal, cofrades y vecinos de la localidad.
En torno a las doce y media del pasado domingo Olivier Cabeza subió al atril para pregonar el gran misterio de Dios, “un misterio que para el cristiano olvereño suena a Ramos, Cautivo, Silencio, Penitencia, Amor, Nazareno, Cruz, Mortaja y a Gloria eterna”. Olivier comenzaba su pregón presentándose como un sacerdote y transmitiendo que con su pregón quería por boca sacerdotal, de modo sencillo y breve, anunciar lo que Jesucristo sintió en su Pasión, Muerte y Resurrección. El reverendo, Olivier Cabeza, dedicó su pregón al Señor, a quien tiene que servir y para quien tiene que morir, “estas sencillas letras, que se me ha encomendado redactar y entonar, quiero dedicárselas al que da sentido a mi vida, por quien realmente he dicho que sí a este pregón, sabiendo que la timidez me paraliza, sabiendo que no soy un artista, sabiendo que no tengo tiempo para esto, pero aquí me tienes Señor, en esta tu casa, la más alta y la más bonita de Olvera, aquí donde escuché por primera vez tu voz salvadora, cuando me dijiste, y a todos, junto a la pila bautismal: «este es mi hijo amado mi predilecto». Al igual que San Pedro, a ti Señor a quien tanto quiero, te dedico estas palabras, aunque se las lleven el viento”.