Las almadrabas gaditanas exigen una pronta solución al conflicto, que amenaza con afectar gravemente la temporada y los empleos del sector.

El sector almadrabero de la provincia de Cádiz ha expresado su preocupación por la huelga indefinida de los inspectores de pesca, que está afectando gravemente la actividad pesquera. La huelga, que continúa este martes con nuevas reuniones entre los inspectores y el Gobierno, ha provocado que las almadrabas de Conil, Barbate, Zahara y Tarifa enfrenten serios problemas para realizar sus faenas.
Representantes del sector han afirmado que la huelga está afectando su capacidad operativa, llegando incluso a tener que abortar una levantá de atunes hace unos días por la falta de un inspector disponible. En otros casos, las almadrabas han tenido que esperar largas horas, desde las ocho de la mañana hasta la una de la tarde, para poder faenar debido a la escasez de inspectores.
La pesca de atún en las almadrabas está limitada por un periodo de tiempo específico, y con el buen tiempo, los productores temen que los retrasos puedan poner en riesgo el aprovechamiento de la temporada. El sector ha señalado que la situación es insostenible y que la falta de acuerdo entre el Gobierno y los inspectores está generando una incertidumbre que dificulta la planificación del trabajo.
Además, han advertido que si la situación persiste, podrían perder gran parte de la temporada, lo que afectaría a los más de 500 empleos directos y cerca de 6.000 empleos indirectos que genera el sector almadrabero en la provincia de Cádiz. Por ello, han solicitado que se llegue a un acuerdo urgente, ya que los servicios mínimos establecidos no son suficientes para cubrir la demanda del sector.