El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha insistido este miércoles, preguntado por los conflictos entre los trabajadores del metal movilizados en huelga en Cádiz y la Policía Nacional, que a los trabajadores «no se les puede tratar jamás como delincuentes» y que «quienes están incumpliendo son los que se saltan el derecho al trabajo, no cumplen los convenios y empujan a familias humildes a la pobreza, la precariedad, los salarios bajos o el desempleo».
En declaraciones a los medios en los pasillos del Congreso tras defender las cuentas de su departamento, Garzón ha expresado su deseo de que «más temprano que tarde se pueda llegar a un acuerdo satisfactorio» en el conflicto del metal, para lo cual ha pedido «que se impliquen todos los actores políticos».
«Es un conflicto laboral, pero también es un conflicto político», ha dicho el también coordinador general de Izquierda Unida, que cree que esta lucha «refuerza la necesidad de proteger el derecho del trabajo y la línea del Gobierno de derogar la reforma laboral de 2012».
El ministro de Consumo ha dicho que las exigencias de los trabajadores, que cuentan con su «simpatía», «son muy razonables, muy legítimas y muy necesarias». «No es una pelea solamente suya, están peleando por el conjunto de la clase trabajadora», ha recalcado Garzón, antes de subrayar que «sólo a través de procesos de movilización se pueden mejorar las condiciones de trabajo».