El Gobierno de Gibraltar ha prohibido el acceso al público en zonas de Rosia Bay para recuperar el hábitat marino tras el vertido de fuel ocurrido durante el desbordamiento de uno de los tanques de un buque durante unas maniobras de ‘bunkering’ (trasvase de combustible) con otra embarcación.
En un comunicado el Gobierno del Peñón ha señalado que los trabajos realizados durante este fin de semana por los equipos de respuesta al vertido han eliminado «más residuos» en algunas zonas de Rosia Bay.
Mientras continúan las actividades de vigilancia, se han acordonado algunas secciones para impedir el acceso del público, y además, se ha rogado a la ciudadanía que respete las barreras para evitar más daños medioambientales y permitir la recuperación de la vida marina «lo antes posible».
El Gobierno ha agradecido su labor a todos los trabajadores y voluntarios que han formado parte del equipo de respuesta y limpiado de la zona durante estas jornadas de verano.
El vertido de gasolina se produjo el pasado 1 de agosto sobre las 08,22 horas en la parte sur del Fondeadero de Poniente, cuando el buque Gas Venus, con bandera de Panamá, recibía combustible y experimentó un desbordamiento de sus tanques.
El Peñón cifró entre 1.000 y 2.000 litros el combustible vertido al mar tras el accidente, donde la mayor parte se concentró en las zonas de Camp Bay, Rosia Bay y Little Bay, con una parte de la zona conocida como Seven Sisters también afectada. Un vertido que no ha llegado a las costas de la provincia de Cádiz.
Además, el Gas Venus, que fue inmovilizado tras el suceso en el Puerto de Gibraltar, recuperó su actividad y fue liberado por la Capitanía Marítima el pasado viernes 10 de agosto, una vez que se pagó a la Autoridad Portuaria una fianza en efectivo de 1,5 millones de libras, con la que «se asegura los costes de todas las operaciones de respuesta y limpieza del vertido de petróleo».