Efectivos de la Guardia Civil de Cádiz, pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), han intervenido 74 ejemplares de zorzales, unas aves migratorias, en actuaciones llevadas a cabo en las localidades gaditanas de Sanlúcar de Barrameda, Puerto Real, Paterna de Ribera y Villamartín. En el marco de la operación ‘Turdus’ se está investigando a cinco personas por practicar la caza furtiva y como presuntos autores de un delito contra la flora y la fauna.
En una nota, la Guardia Civil ha explicado que en el operativo se han retirado más de 450 metros de redes invisibles, una red de libro o abatible, nueve reclamos electrónicos, 45 perchas y una carabina de aire comprimido. También se han aprehendido 41 zorzales y se han liberado otros 33 zorzales capturados.
Los hechos se han ido desarrollando durante varias semanas en toda la demarcación de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, finalizando en la madrugada del martes. Durante las investigaciones, los agentes han localizado numerosas artes prohibidas para la captura ilegal de aves migratorias con red japonesa o invisible en localidades como Sanlúcar de Barrameda, Puerto Real, Paterna de Ribera y Villamartín.
La Guardia Civil ha destacado la «experiencia y capacidad profesional» del Seprona para localizar este tipo de artes y descubrir in fraganti a los autores mientras se encontraban practicando el ejercicio de la caza furtiva. También se ha contado con el apoyo del Equipo Pegaso, que ha empleado drones con visión nocturna para el esclarecimiento de estos hechos.
La investigación continúa para determinar el posible destino final de las especies y su distribución y comercialización para servicios de hostelería, un destino no permitido fuera del autoconsumo de procedencia lícita de la actividad cinegética.
El zorzal es un ave migratoria que cuando empieza el periodo invernal en el norte de Europa viene a España buscando un clima más templado. Durante unos días, estas aves acuden en bandadas de miles a la provincia de Cádiz buscando un lugar donde pasar el invierno. Los cazadores furtivos aprovechan esta llegada para colocar grandes cantidades de redes invisibles alrededor de setos donde el zorzal puede dormir para capturarlos, colocando además reclamos electrónicos para atraerlos a las redes, ha explicado la Guardia Civil.