Investigadores de la UCA revelan nuevos mecanismos de transmisión aérea de virus en entornos cotidianos
El estudio, publicado en Science Advances, analiza cómo el movimiento humano y la temperatura afectan la propagación de aerosoles respiratorios

Un equipo internacional de científicos, con la participación de los investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA) Rodolfo Ostilla Mónico y Gabriel A. Tarditti, ha publicado un estudio en la revista Science Advances que redefine la comprensión de la transmisión aérea de virus en situaciones cotidianas, como esperar en una fila.
El trabajo, titulado Fluid dynamical pathways of airborne transmission while waiting in a line, combina experimentos de laboratorio y simulaciones numéricas para analizar el comportamiento de los aerosoles respiratorios en entornos donde las personas avanzan periódicamente, como colas de supermercados, aeropuertos o centros de salud.
Los resultados muestran que las corrientes de aire generadas por el movimiento humano y las diferencias térmicas entre el aliento y el ambiente crean contracorrientes que pueden aumentar o disminuir el riesgo de infección. En particular, condiciones de temperatura intermedia, entre 22 y 30°C, pueden favorecer que los aerosoles permanezcan más tiempo a la altura del rostro, incrementando la posibilidad de contagio. Por el contrario, ambientes más fríos o más cálidos tienden a desplazar las partículas fuera de la zona respiratoria, reduciendo su peligrosidad.
Los investigadores de la UCA, del departamento de Ingeniería Mecánica y Diseño Industrial, han desarrollado simulaciones numéricas de alta resolución que reproducen los complejos flujos de aire generados en filas en movimiento. Estos modelos computacionales permiten evaluar cómo factores como la ventilación, el movimiento de personas y la temperatura ambiental influyen en la propagación de partículas infecciosas.
«Este estudio demuestra que las reglas de distanciamiento estático, como la separación de dos metros, pueden ser insuficientes en situaciones dinámicas», señala el equipo investigador. Los hallazgos sugieren que las estrategias de mitigación deben considerar no solo la distancia entre personas, sino también la duración de la exposición, la frecuencia de movimiento y las condiciones ambientales en espacios cerrados.
Además de su relevancia en salud pública, los resultados ofrecen nuevas perspectivas para el diseño de espacios y sistemas de ventilación en entornos concurridos, desde hospitales y transporte público hasta edificios administrativos y comerciales. Según la UCA, estas conclusiones pueden servir para mejorar la seguridad en la vida diaria y reducir la transmisión de enfermedades respiratorias.
El estudio fue liderado por el profesor Varghese Mathai, de la Universidad de Massachusetts Amherst, y contó con la colaboración de científicos de Estados Unidos y España. La participación de la UCA se enmarca en la línea de investigación en dinámica de fluidos computacional desarrollada por el grupo de Ostilla Mónico y Tarditti, centrada en fenómenos turbulentos y de transferencia de masa en medios complejos.
Este trabajo pone de manifiesto cómo la investigación científica aplicada puede transformar la comprensión de la propagación de virus y ofrecer herramientas concretas para proteger la salud pública en situaciones cotidianas, destacando la importancia de la colaboración internacional y multidisciplinar.
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