Efectivos de la Guardia Civil de Cádiz pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza de Jerez (Seprona) y varios efectivos de Seguridad Ciudadana de Chiclana de la Frontera, han intervenido en un reñidero de gallos que había sido organizado por una peña gallística de la localidad de chiclanera.
Durante el transcurso de la inspección del local, los agentes observaron diversas infracciones por carecer de documentación legal y maltrato animal, donde de los más de 120 ejemplares, 50 habían participado en peleas de forma irregular y 14 presentaban diversas lesiones, ha informado la Benemérita en una nota.
La intervención se desarrolló el pasado 20 de mayo, cuando agentes del Seprona tuvieron conocimiento de una pelea de gallos que se estaba llevando a cabo en las instalaciones de una peña gallística, situada en la planta superior de un local hostelero de Chiclana. En la inspección se comprobó que, de las decenas de personas que asistían al campeonato cómo público, algunas de ellas no eran socios de la citada peña gallística, un requisito imprescindible para poder asistir a este tipo de eventos deportivos.
Los agentes hallaron además 125 ejemplares en diferentes galleras, de las cuales 50 ya habían participado en peleas ese mismo día, careciendo de la autorización necesaria para la concentración de aves de corral por la prohibición existente con motivo de la gripe aviar, además de no contar con la documentación en regla para poder celebrar este evento deportivo, ni del control e identificación de las aves y sus propietarios.
También se observó que el estado de dos de las 14 aves lesionadas que habían participado en las peleas era lamentable y contrario a lo que marca el reglamento que regula dichos eventos, donde se prohíbe el maltrato de los animales y sólo autoriza la tienta de estas aves. Éstas, además, no eran asistidos por un veterinario oficial sino que para ello disponían de forma fraudulenta de una persona conocida como «el curandero», que hacía las veces de veterinario sin disponer de ninguna titulación.
Por tales hechos, la Guardia Civil ha cursado más de una decena de denuncias a las autoridades competentes por infracciones en materia de maltrato de animales a los propietarios de los mismos, y al presidente del establecimiento, varias denuncias por permitir la entrada de no socios, además de carecer en el momento de la inspección de licencia de apertura, de la autorización para concentración de animales y por tener numerosos animales sin identificar.
Los animales han quedado bajo custodia de sus propietarios para que sean asistidos por un veterinario oficial.