Alineada con los objetivos de la OMS, la estrategia fija acciones en promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento, vigilancia e I+D+i
El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento del Plan Estratégico Andaluz para el Abordaje de las Hepatitis Víricas 2024-2030 (PEAHEP), un plan de acción operativo para mejorar la gestión de las hepatitis virales en Andalucía, donde el año pasado se registraron 621 nuevos casos de hepatitis vírica. El plan es también una nueva iniciativa de la Consejería de Salud y Consumo para impulsar la concienciación y estimular las políticas activas en la gestión de estas hepatitis y su tratamiento, con el objetivo último de eliminar las hepatitis virales en Andalucía.
Además, el PEAHEP es un plan pionero en España, ya que será el primero y el único en el que se engloban todas las hepatitis víricas (VHA, VHB, VHC, VHD y VHE) en una misma estrategia, alineándose con los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la eliminación de las hepatitis víricas en 2030. De hecho, reconociendo el importante problema de salud pública que representa la hepatitis, en la 63° Asamblea de la OMS, celebrada en 2010, se estableció el 28 de julio como el Día Mundial contra la Hepatitis, haciendo un llamamiento mundial para dar una respuesta integral en la lucha contra esta enfermedad.
Este organismo internacional estimaba que, en 2024, más de 254 millones de personas en todo el mundo están infectadas por el virus de la Hepatitis B (VHB) y 50 millones con el virus de la Hepatitis C (VHC). Estas infecciones causan aproximadamente 3.500 muertes diarias y la mortalidad está en aumento. El objetivo de la OMS es eliminar las hepatitis virales como amenazas para la salud pública en el año 2030, lo que incluye la reducción del 90% en las nuevas infecciones y del 65% en la mortalidad.
Sólo el año pasado en Andalucía se notificaron un total de 621 casos de hepatitis virales: 72 de hepatitis A; 79 de hepatitis B; 393 de hepatitis C y 77 de otras hepatitis víricas. Del total de contagios, 443 se dieron en hombres, lo que supone un 71,3% del total, y 178 en mujeres, que representa el 28,66%. Por edades, el mayor número de contagios se produce en el grupo etario de 45 a 65 años para todos los tipos de hepatitis virales entre los hombres, con 251 casos (56,65% del total de casos en hombres); mientras que en las mujeres varía según el tipo, así el contagio de hepatitis A se registró en mayor medida entre los menores de 14 años (con 11 casos en total) y el resto se concentró también en el grupo de 45 a 65 años (6 de hepatitis B, 54 de C y 17 del resto). De este modo, se calcula que la incidencia de la hepatitis A en Andalucía es de 8,4 por cada 100.000 habitantes; de la hepatitis B es de 9,2 por 100.000 habitantes; la tasa de la hepatitis C es de 45,8 por 100.000 habitantes y la del resto de hepatitis virales es de 9 por cada 100.000 habitantes.
Por provincias, en Almería se han registrado en total 110 casos (26 de A, 17 de B, 66 de C y una del resto); en Cádiz se produjeron 100 nuevas infecciones (ocho de A, tres de B, 54 de C y 35 del resto de hepatitis virales); en Córdoba, el cómputo total asciende a 38 (cuatro de A, seis de B, 17 de C y nueve de otras); en Granada se notificaron 68 casos de hepatitis virales (dos de A, cuatro de B, 59 de C y cinco de las restantes); en Huelva contrajeron hepatitis 22 personas (una de A, dos de B y 19 de C); en Jaén el registro ha contabilizado 40 casos en total (tres de A, 31 de C y 6 del resto); en Málaga la suma asciende a 131 casos (14 de A, 28 de B, 79 de C y diez del resto); y en Sevilla se notificaron 112 casos de hepatitis virales en total (14 de A, 19 de B, 68 de C y once del resto).
La Consejería de Salud y Consumo, ante la situación mundial de las hepatitis virales, puso en marcha en 2022 el Plan de Acción Operativo para mejorar la gestión de la Hepatitis C, que ahora se ve reforzado con este nuevo Plan Estratégico que incluye todas las hepatitis virales. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, por su parte, publicó en 2015 el Plan Estratégico para el Abordaje de las Hepatitis C en el Sistema Nacional de Salud.
En paralelo, diferentes sociedades científicas y asociaciones han constituido la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España, desde la que se proponen numerosos trabajos de información y concienciación para conseguir la detección precoz de las hepatitis víricas e implantar programas de detección precoz y planes para la eliminación de estas enfermedades. Recientemente, esta Alianza ha publicado recomendaciones específicas para abordar este problema en nuestro país.
Motivos para su elaboración
De este modo, el PEAHEP surge como respuesta a la alta prevalencia y carga de enfermedad, aunque se estima que una parte significativa de la población de Andalucía desconoce su infección, lo que contribuye a la transmisión continua y a la progresión de la enfermedad hacia estadios más graves. Estas infecciones pueden llevar a complicaciones crónicas que aumentan la morbilidad y mortalidad en la región.
Asimismo, la introducción de nuevos tratamientos y estrategias de prevención ha mejorado significativamente el manejo de las hepatitis virales. Los Antivirales de Acción Directa (AAD) para la hepatitis C, las vacunas para la hepatitis A y B, y las estrategias de prevención para la hepatitis E y D, han demostrado ser altamente efectivos. Estos
tratamientos y medidas preventivas no sólo mejoran la salud individual, sino que también reducen significativamente el riesgo de transmisión, al eliminar la infección activa en los pacientes tratados y prevenir nuevas infecciones. Sin embargo, existen grupos poblacionales con mayor riesgo de infección por hepatitis víricas, incluyendo personas usuarias de drogas, población reclusa, migrantes, y personas sin hogar, que requieren estrategias específicas y adaptadas para garantizar un acceso equitativo al diagnóstico y tratamiento.
Finalmente, las hepatitis víricas generan una carga sobre el sistema de salud y la economía, debido a los costos asociados con el manejo de complicaciones crónicas. Por lo que la implementación de un plan eficaz no sólo mejora la salud de la población, sino que también optimiza los recursos sanitarios y reduce los costos a largo plazo.
El Plan Estratégico Andaluz para el abordaje de las hepatitis víricas 2024-2030 se estructura en cinco líneas estratégicas específicas y dos transversales. La primera se centra en la promoción de la salud con el objetivo de potenciar las capacidades de la población para mejorar su salud y adoptar hábitos saludables mediante la educación sanitaria. Con este objetivo, se van a difundir mensajes informativos a la población sobre la prevención de las hepatitis virales e información específica a ganaderos, cazadores, manipuladores de alimentos y profesionales culinarios sobre la hepatitis E para que eviten el contacto con fuentes de infección. En paralelo, se va a realizar una implantación progresiva de la secuenciación genómica para la vigilancia de hepatitis VHA y VHE, en coordinación con Salud Ambiental y Salud Alimentaria.
La segunda línea estratégica, dedicada a la prevención y diagnóstico, propone fortalecer la inmunidad de la población con mayor riesgo frente a la VHA, mejorar la educación preventiva en grupos de riesgo y población en situación de vulnerabilidad y promover el diagnóstico precoz de los casos y sus contactos para cortar las cadenas de transmisión, además de alcanzar la inmunización frente a la hepatitis B del 100% de la población nacida en 1994 y cohortes posteriores y población de riesgo entre 31 y 70 años.
Así, además de fortalecer la inmunidad de la población en riesgo frente a la hepatitis A (VHA), como objetivos específicos, esta línea incluye asegurar la vacunación de la población susceptible frente a VHA y definir estrategias de vacunación frente a VHB para grupos específicos y facilitar e incrementar el diagnóstico de infecciones por hepatitis víricas (VHB, VHD y VHC).
De este modo, se fomentará la vacunación VHA de hijos de madres procedentes de países de alta y media endemicidad nacidos en Andalucía; se potenciará la vacunación VHB en pacientes que pertenecen a colectivos vulnerables y población de riesgo y se diseñarán circuitos de implementación que permitan el diagnóstico reflejo de las hepatitis virales, en todos los laboratorios de los centros del sistema sanitario público Andaluz, bien sea a través del propio centro o actuando como laboratorios regionales de referencia.
Otras acciones previstas son identificar a las personas diagnosticadas de Virus Hepatitis C (VHC) por los Servicios de Microbiología, que no han recibido tratamiento y/o no han logrado la curación, con objeto de establecer estrategias de rescate; acercar las actividades de detección precoz del VHC por parte de profesionales sanitarios a los entornos y/o entidades que atienden a los colectivos más vulnerables; y facilitar las actividades de detección oculta (VHB, VHC, VHD) realizado por los profesionales a los centros o entidades que atienden a colectivos altamente vulnerables (usuarios de drogas, personas sin hogar, personas que ejercen la prostitución).
Finalmente, esta segunda línea estratégica también incluye, entre sus acciones, establecer protocolos de secuenciación genómica completa (WGS) en muestras positivas a virus hepatitis E en mataderos; e impulsar la creación de una guía de buenas prácticas para el control y la reducción de la hepatitis E en explotaciones de porcino y en mataderos.
Protección, tratamiento y vigilancia
La tercera línea se centra en la protección de los consumidores, en concreto, pretende reducir el impacto en la salud de los consumidores por alimentos contaminados con hepatitis A; reducir el riesgo de transmisión del virus de la hepatitis E por alimentos e implementar un sistema de información con un enfoque ‘One Health’ para mejorar la vigilancia de hepatitis A y E.
Con estos objetivos, las acciones previstas pasan por el desarrollo de un programa de actuación orientado al control de los productos puestos en el mercado directamente por el productor (en mercados de abastos o de venta específicos, o en otros establecimientos minoristas), en coordinación con la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural y la administración local; y la incorporación, dentro de los programas de autocontrol y planes sanitarios, así como de la vigilancia sanitaria, actuaciones específicas de evaluación de la presencia del virus de la hepatitis A en aquellas zonas en situación de riesgo (sequía, detección de contaminación fecal, superación valores de colifagos) y, dentro de los controles sanitarios establecidos, actuaciones específicas de evaluación de la presencia del virus de la hepatitis A en aquellas zonas de baño marítimas y continentales en situación de riesgo (vertidos, contaminación fecal…).
Asimismo, el plan prevé elaborar un díptico informativo para los manipuladores de establecimientos alimentarios sobre medidas de higiene preventivas para evitar o reducir la contaminación vírica de los alimentos; establecer controles coordinados ante
alertas por presencia de alimentos con virus hepatitis A e implantar un programa de vigilancia sanitaria en el uso de aguas regeneradas para cultivos agrícolas en coordinación con la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural.
La cuarta línea estratégica se basa en facilitar el acceso al tratamiento antiviral y el seguimiento a las personas diagnosticadas con VHC, VHB y, en su caso, VHD, tanto a la población general como a grupos vulnerables con escasa adherencia a la consulta especializada. Para lograrlo, se van a implementar de forma progresiva el diagnóstico en un solo paso para hepatitis C, con desarrollo en curso para hepatitis B y D, lo que facilitará y acelerará el proceso de diagnóstico y tratamiento de los pacientes.
También se simplifica el proceso de derivación a consulta especializada dirigido a población general con hepatitis C y grupos vulnerables; al tiempo que se va a implantar la telemedicina/teleasistencia para las consultas entre profesionales y para garantizar la asistencia de pacientes VHC, VHB y/o VHD con dificultades de accesibilidad.
La Consejería de Salud y Consumo cuenta, asimismo, con el Servicio de Farmacia para implementar medidas y protocolos para la mejora de dispensación en acto único, seguimiento por telefarmacia y descentralización de recogida de terapias, para pacientes con VHC, VHB y VHD. En paralelo, el plan prevé impulsar la disponibilidad de la tecnología elastometría transicional ‘Fibroscan’ en la mayoría de los centros sanitarios para la estimación no invasiva de fibrosis hepática, lo que mejorará el manejo y seguimiento de los pacientes afectados, entre otras acciones.
La quinta línea estratégica se marca como objetivos generales conocer la situación epidemiológica de las hepatitis víricas en Andalucía; reforzar los mecanismos de vigilancia epidemiológica para mejorar la detección de casos de hepatitis víricas y adoptar medidas preventivas y de control.
Por último, las dos líneas transversales se refieren a la formación, con el objetivo de promover el conocimiento y la concienciación sobre el manejo de las hepatitis víricas entre los profesionales sanitarios y elaborar un plan de formación para que los profesionales adquieran las competencias necesarias en su gestión; y la investigación e innovación. En este sentido, impulsará la I+D+i en la evaluación de intervenciones y la búsqueda de innovaciones para abordar los problemas actuales de hepatitis víricas en Andalucía, a través de redes de investigación colaborativas y grupos de trabajo para la colaboración entre distintos ámbitos profesionales que permitirán un enfoque integral y coordinado; establecer convenios de colaboración con universidades, ayuntamientos, servicios sociales, ONG y administración sanitaria e impulsar proyectos de investigación que permitan obtener evidencias sólidas de los resultados en salud de las diferentes acciones de atención a las personas afectadas por hepatitis víricas, actualmente en curso en Andalucía y proyectadas para la ejecución tras la aprobación del plan.