La consejera de Fomento, Rocío Díaz, anuncia el inicio, antes de fin de año, del dragado de la bocana y el entorno del recinto portuario
La consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Rocío Díaz, ha indicado que a principios del mes de diciembre comenzarán las obras de dragado de la bocana y el entorno del puerto de Chipiona para garantizar la navegabilidad de la flota. Rocío Díaz, que ha intervenido en el Pleno del Parlamento de Andalucía, ha resaltado l de esta intervención, con una inversión de más de un millón de euros, que “es esencial no sólo para mantener la operatividad del sistema portuario, sino también para la seguridad de las personas que utilizan nuestros puertos”.
La consejera ha descrito que la navegabilidad en los accesos a los puertos de titularidad autonómica es “una de las líneas prioritarias” del Gobierno andaluz. Al respecto, ha explicado que la Agencia Pública de Puertos de Andalucía “diseña un programa de actuaciones de dragado en diversos puertos andaluces a fin de garantizar los niveles de operatividad y calidad demandados por los usuarios de nuestros puertos”.
En concreto, ha indicado que se hacía necesario actuar en el puerto de Chipiona, que llevaba desde 2016 sin actuaciones de restitución de calado de los canales. Al respecto, ha aclarado que las últimas comprobaciones constataban “la pérdida progresiva de calados en esta zona del puerto, motivada fundamentalmente por la deposición de áreas y fangos procedentes de la deriva litoral y aportes de las playas cercanas”.
“Es una obra necesaria que beneficiará a unas 500 embarcaciones deportivas que tienen su amarre en este puerto y a 70 barcos de la flota pesquera que faenan a lo ancho del Golfo de Cádiz”, ha remarcado la consejera.
Las obras consistirán en la recuperación del calado primitivo, actuando sobre una superficie de más de 92.000 metros cuadrados. Con esta actuación, se ganará un calado obtener un calado mínimo de 3,5 metros de profundidad, para lo cual habrá que extraer unos 97.100 metros cúbicos de material del fondo marino. En principio, este material no es apto para el uso de regeneración de playas y será vertida a mar abierto, pero, en caso de que al final sea aprovechable, se emplearía para la regeneración de la playa de La Micaela.