La directora general de Calidad Ambiental destaca la “apuesta verde de Andalucía” ante una delegación del centro de investigación Joint Research Centre
La Junta de Andalucía ha mostrado hoy a una delegación del Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea el proyecto pionero de economía circular que desarrolla la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible en la Sierra de Cádiz, una iniciativa innovadora que cuenta con una inversión de 17 millones de euros, en buena parte procedente de fondos europeos, y que beneficia a 120.000 habitantes de 19 municipios de esta comarca gaditana.
La directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático, María López Sanchís; ha sido la encargada de explicar a la representación de este centro de investigación europeo el proyecto de la Sierra de Cádiz. La directora general ha estado acompañada por el delegado territorial de Desarrollo Sostenible en Cádiz, Daniel Sánchez, y el coordinador de Gestión Económica, Administrativa e Infraestructuras de la Dirección General Calidad Ambiental y Cambio Climático, Germán Coca. Por parte del centro del JRC, han estado presentes la jefa de la Unidad de Economía Circular y Liderazgo Industrial, Carmen Mena; el jefe del equipo de Gestión Ambiental y de Residuos, Peter Eder, y la investigadora Ángela Ranea.
Esta visita forma parte de la colaboración que mantienen la Junta de Andalucía y el JRC con el objetivo de avanzar en materia de investigación e innovación. Una cooperación en políticas estratégicas para Andalucía, como son la economía sostenible, la especialización inteligente o la transformación digital, entre otras.
Durante la visita, la directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático ha explicado que el proyecto de economía circular que lleva a cabo el Gobierno de Andalucía en la Sierra de Cádiz parte del objetivo de aprovechar la fuente de recursos que suponen los residuos municipales que se generan en este entorno, aplicando los principios de la economía circular. Todo ello supone, según ha destacado María López, “crear tejido empresarial, empleo, conciencia ambiental y social y convertir a Andalucía en un referente en este ámbito”.
En este sentido, la directora general ha señalado que la transición hacia una economía circular “requiere la aprobación de un marco normativo e instrumental adecuado, que promueva la colaboración entre la administración, los sectores económicos y el conjunto de la sociedad”. “Andalucía tiene un papel pionero en tratar, con carácter integral y de forma proactiva, los requerimientos de la economía circular, por medio de un modelo basado en tres pilares fundamentales: la empresa, como eje vertebrador; la sociedad, como motor de cambio; y la administración, como fuerza impulsora y facilitadora”, ha subrayado, antes de remarcar la “firme apuesta verde de Andalucía”.
50.000 toneladas de residuos
Por su elevado valor ambiental, Andalucía tiene protegido el 30% de su territorio. La Sierra de Cádiz, que forma parte de ese patrimonio natural, presenta, por la singular arquitectura de sus municipios, un difícil acceso para los medios tradicionales de recogida de residuos. Con esta iniciativa, se pretende gestionar, con circularidad, 50.000 al año, integrando la gestión doméstica y en barrios con la tradicional en grandes plantas. Asimismo, se abordan las tres vertientes de la sostenibilidad: la ambiental, avanzando en los objetivos de reciclado; la económica, encaminada a crear una red empresarial entre los pequeños municipios, y la social, generando empleo estable y de calidad en la zona.
Este modelo innovador pretende gestionar 50.000 toneladas de residuos al año con un enfoque circular. Consiste en la recogida puerta a puerta de residuos orgánicos, papel, envases y resto, en un día concreto de la semana, a una hora determinada. El modelo cuenta con cuatro partes. Primero, el compostaje doméstico y voluntario en los propios hogares; el comunitario y voluntario, dirigido a determinados barrios y zonas diseminadas donde los vecinos podrán utilizar compostadoras compartidas y obtener un abono también para compartir; el municipal, con recogida puerta a puerta de la fracción orgánica para su procesado en cinco máquinas autónomas que prestan servicio a los municipios más pequeños y aislados; y el comarcal, con recogida puerta a puerta y que se apoya en una planta de compostaje comarcal para tratar la materia orgánica de los municipios más poblados de la Sierra.
La iniciativa pretende que todos los pueblos de la sierra gaditana tengan implantado su modelo de recogida separada, según los objetivos recogidos por la UE; y que composten al menos el 60% de sus restos orgánicos para su aprovechamiento también en el territorio. Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos contarán con su propio sistema de recogida, también puerta a puerta, y sus propias plantas de almacenamiento y clasificación, para separar además aquellos que tengan posibilidades de una segunda vida útil los distribuidores. Asimismo, los residuos de construcción y demolición se clasificarán y machacarán en una planta móvil para su empleo en obras de adecuación de caminos de la Sierra.
JRC en Sevilla
La delegación del Joint Research Centre ha sido recibida en el municipio de Prado del Rey por su alcaldesa, Vanesa Beltrán. La visita por la Sierra de Cádiz ha incluido los municipios de Villamartín, Algodonales y Zahara de la Sierra, con el fin de ver el funcionamiento de las plantas de residuos instaladas en estos municipios y que forman parte de este proyecto innovador.
El JRC de Sevilla alberga el servicio científico de la Comisión Europea. En él trabajan unas 400 personas de 30 nacionalidades distintas y proporciona apoyo independiente, información técnica y datos para el diseño e implantación de las políticas europeas. El centro cuenta con seis sedes repartidas por toda Europa; desde Sevilla, único emplazamiento en suelo español, se desarrollan proyectos y estudios de innovación y crecimiento económico. Concretamente, desarrolla el análisis económico, técnico, social y medioambiental que sustenta políticas clave de la Comisión Europea, como son el Pacto Verde, una Europa adaptada a la era digital y una economía al servicio de las personas.