El Equipo de Gobierno lamenta que nadie se haya atrevido a presentarse finalmente “por la presión mediática, de un determinado sector vecinal y de la oposición, pese a que se cumplían en el pliego todos los parámetros de sonido y de seguridad”
El Ayuntamiento de Cádiz ha informado de que la licitación abierta para la ocupación de dominio público y explotación de la Carpa del Carnaval ha quedado desierta. El Equipo de Gobierno ha lamentado que la ciudad no pueda contar este año con este elemento propio de la fiesta, lo que atribuye a que “la presión de un determinado sector vecinal, de la oposición municipal e incluso mediática han provocado que ningún empresario se haya atrevido a presentarse”, pese a que “en el pliego se cumplían todos los parámetros y requisitos en cuanto sonido y seguridad, al tiempo que garantizaba la convivencia con la ciudad”.
Cabe recordar que, como cada año, la instalación de este espacio se sacó a licitación para permitir que la ciudad contase con una zona de ocio alternativa a las ya existentes, evitando así la saturación de los locales de ocio establecidos de forma permanente en la ciudad. Su ubicación estaba prevista en los terrenos de la muralla del parque de Ondalla, frente a la estación de trenes de Adif.
En cuanto a la ubicación, la concejala de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla, ha señalado que era “la única viable” argumentando que la Punta de San Felipe quedó descartada por situarse en las inmediaciones el IES Cornelio Balbo y la necesidad de evitar la coincidencia del público de la carpa con los niños y niñas que acuden al centro escolar, provocando dicha ubicación también la pérdida de más aparcamientos, fundamentalmente de residentes.
Por otra parte, en los terrenos de Adif tampoco era viable debido a que ha cambiado las condiciones de cesión y no se permite que una actividad como la carpa pueda desarrollarse en sus terrenos, a lo que se suma que tiene previsto el comienzo de una obra en dicho espacio.
Igualmente, ha recordado que el pliego solicitaba al empresario un estudio acústico y también que la carpa iba a ser techada en su mayor parte, con las salidas orientadas en la zona contraria a la muralla, igual que la terraza necesaria para garantizar la ventilación en una situación que sigue siendo de pandemia. Igualmente, tal y como recogía el pliego, los altavoces estarían orientados al mar y no hacia la ciudad.
Cazalilla ha subrayado que “en ningún caso se trata de una instalación o actividad que incumpla la legalidad, ya que durante la semana de Carnaval se suspenden los criterios de calidad acústica desde tiempos inmemoriales, como ocurre en todas las fiestas de este tipo en absolutamente todos los municipios”.
Como ha apuntado, “el barrio de Santa María no es el único que conviviría con la celebración del Carnaval ni con el sonido durante la noche”, citando otros ejemplos como el del barrio de La Viña, que celebra su concurso durante la semana hasta altas horas de la noche, o los vecinos de San Antonio durante los días de los grandes conciertos programados cada año.
Se trata, por tanto, “de una semana en la que la ciudad debe convivir con el Carnaval, y la convivencia tiene que ser en todas las direcciones”. Al hilo de ello, Cazalilla ha incidido en que la carpa “no es una instalación permanente, sino una instalación necesaria en una semana de fiesta”, subrayando que el pliego recogía todas las cautelas posibles en cuanto al sonido que se habían previsto, precisamente, para garantizar la convivencia en una zona residencial.
El Equipo de Gobierno ha lamentado “la pérdida que supone en términos de empleo que no pueda instalarse este año la carpa, que no hay que olvidar que es también motor económico”. Todo ello, en su opinión, porque “se ha creado una alarma sin fundamento con críticas basadas principalmente en el nivel de decibelios antes de que el empresario haya presentado el estudio acústico y que éste haya sido evaluado por el propio Ayuntamiento”.
Esta “presión ejercida por un determinado sector vecinal, por un determinado sector mediático y por la oposición municipal ha provocado que las personas que estaban interesadas en el pliego de la carpa hayan dado un paso atrás para no soportar unas críticas que no tienen ningún tipo de fundamento”.
Pese a todo, la programación del Carnaval 2022 “seguirá siendo muy completa y habrá ocio para todos los gustos”, ha apuntado Cazalilla, que, no obstante, entiende que esta situación “debería hacer reflexionar a la oposición, la ciudad y algunos medios de comunicación”, ya que han provocado que “tengamos que prescindir de elementos que son necesarios para la ciudad, que generan empleo y que pueden convivir perfectamente. Porque el Carnaval es una fiesta de convivencia, como se ha demostrado en febrero”.