La presente campaña de la vendimia en el Marco de Jerez ha finalizado con un total de 49,9 millones de kilos de uvas recogidas, lo que supone un incremento del 12,3% más respecto a 2022, cuando se tuvo una vendimia «particularmente corta» con 44,4 millones de kilos de uva.
El Consejo Regulador de las denominaciones de origen Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda y Vinagre de Jerez ha explicado en una nota que el pasado viernes 15 de septiembre fue el último día de la vendimia 2023, que en las últimas semanas había visto reducida la entrada en los pocos lagares que seguían abiertos de pequeñas cantidades de uva, fundamentalmente para su vinificación en dulce.
El 3 de agosto dio comienzo los trabajos de corta y molturación, que se fue extendiendo con el paso de los días a las 31 bodegas de elaboración inscritas en el Consejo Regulador, procesándose un total de 49,9 millones de kilos de uva. No obstante, estos registros son algo más bajos a los estimados al inicio de la campaña, cuando se preveía un aumento del 20% respecto al año anterior. La de este año ha supuesto un incremento superior al 12,3% respecto a 2022.
Según el Consejo Regulador, la cosecha ha estado marcada por una pluviosidad «escasa» a lo largo del año agrícola. Las precipitaciones en los distintos pagos de la denominación de origen se situaron en horquilla entre los 425 y los 480 litros por metro cuadrado, «muy por debajo» de los 600 litros de un año normal.
Estas lluvias se concentraron sobre todo en los meses de diciembre y enero, aunque en junio cayeron en torno a 50 litros que «ayudaron a aliviar la escasez hídrica del suelo». El viñedo del Marco se asienta mayoritariamente sobre suelos albarizos, con una enorme capacidad retentiva de la humedad lo que posibilita un aprovechamiento máximo de la pluviosidad.
No obstante, también que algunas de estas precipitaciones de junio se produjeron en forma de tormentas de granizo, sobre todo en algunos pagos de Trebujena y Lebrija, con la correspondiente incidencia negativa en la producción final en estos términos municipales.
La vendimia en el Marco de Jerez se inicia siempre en los pagos del interior, que alcanzan su nivel óptimo de maduración de forma anticipada, en tanto que los viñedos cercanos a la costa suelen vendimiarse ya bien entrado el mes de septiembre.
Los primeros se beneficiaron este año de un mes de julio particularmente suave. Además, con la excepción de algunos días de calor acompañados de levante, en general las temperaturas en el comienzo del verano fueron «relativamente suaves, con noches frescas y frecuentes rociadas nocturnas», lo que ha permitido que la viña desarrollara sin alteraciones su ritmo de maduración, ha expuesto el Consejo Regulador.
En cuanto al estado sanitario de la uva, este ha sido en general «muy alto», al presentar «un magnífico aspecto, con un tamaño claramente superior al del año pasado y un adecuado equilibrio entre la acidez y el contenido en azúcar». En concreto, la media final ha sido de 11,67 Baumé, superior también a la registrada en 2022.
El Consejo Regulador ha mantenido durante todo el período de vendimia el operativo correspondiente para asegurar el control de la recolección en las más de 2.000 viñas inscritas, así como de su transporte y molturación en las bodegas de elaboración que se han dado de alta en esta campaña.
De esta manera se ha contado con la colaboración de la Guardia Civil, especialmente en el control de los transportes de uva a los lagares y la verificación de la documentación correspondiente. Todo ello con el fin de asegurar el cumplimiento de lo establecido en la reglamentación de las denominaciones y, en última instancia, garantizar a los consumidores la autenticidad de los vinos y vinagres amparados por nuestras denominaciones.