Los análisis realizados a los pélets de plástico aparecidos en enero de 2024 en la playa de Bolonia, en el término municipal de Tarifa (Cádiz), han señalado como «no concluyente» la coincidencia de estos microplásticos con los que llegaron a la costa de Galicia procedentes del vertido de un barco en el pasado mes de diciembre.
A este respecto, desde la Delegación de Sostenibilidad de la Junta de Andalucía han explicado a Europa Press que la base de composición de estos microplásticos es «polietileno de baja densidad», un elemento común, en general, al material plástico utilizado como base, pero que la concentración del aditivo UV622, un estabilizador de rayos ultravioleta, no es la misma en los pélets hallados en Galicia y en Cádiz.
En concreto, en el informe elaborado por el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre (CAD) de Málaga, se indica que estos pélets están compuestos por polietileno de baja densidad que «coinciden con los de Galicia», pero la concentración del aditivo UV622 es «inferior al 9%», cuando en los gallegos está en torno al 10-13%.
«Los resultados obtenidos en el análisis del aditivo deben interpretarse con cautela por no alcanzar al límite de cuantificación del método, por lo tanto, en relación con el aditivo, no es concluyente la coincidencia con los de Galicia», señala este documento.
Para determinar esta circunstancia sobre el análisis de las muestras recogidas en Cádiz se explica que los pélets encontrados el pasado 8 de diciembre por el vertido del buque ‘Toconao’ en Galicia están compuestos por polietileno de baja densidad como polímero, y entre un 10-13% del aditivo UV622. Así, aunque los hallados en la playa gaditana son también de baja densidad, difieren en cuando a la concentración del citado aditivo.
Además, se han analizado varias aves que aparecieron muertas o moribundas en playas de Chiclana, Rota y Conil por su posible relación con estos pélets. Sin embargo, en las autopsias realizadas se determina que su fallecimiento no se debe a la ingesta de estos microplásticos sino por otras causas.
Cabe recordar que el pasado 10 de enero se alertó de la presencia de pélets de plástico en la playa de Bolonia, que era, no obstante, en cantidades «muy pequeñas» y «puntuales», como indicaba en aquel momento la Junta. Ante esta aparición, los agentes de Medio Ambiente iniciaron «vigilancias estrechas» en las playas de la costa de Cádiz ante la posibilidad de que se descubrieran más de estos microplásticos, algo que no ocurrió finalmente.
Así, los pélets encontrados se mandaron a analizar por la Junta de Andalucía para poder determinar si guardaban relación con el vertido que había alcanzado el litoral gallego un mes antes, algo que finalmente no ha sido concluyente en las pruebas realizadas.
Hay que apuntar además sobre estos plásticos hallados en la playa de Bolonia, que fuentes de la Junta señalaban entonces que éstos tenían «diversos grados de degradación», fruto de aspectos como la erosión del mar y el sol, algo que ya hacía indicar que estos no serían los mismos que los de Galicia.