La Ley publicada hoy ha visto la luz después de nueve meses de trámite parlamentario y no impone de forma explícita la obligatoriedad de tomar el sol con mascarilla
La publicación esta mañana en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la Ley 2/2021, de 29 de marzo, de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, ha causado cierta alarma social avivada por titulares sensacionalistas de algunos medios de comunicación. El aspecto más polémico de esta nueva Ley, que entrará en vigor mañana, ha sido la eliminación del criterio de distancia para imponer la obligatoriedad de llevar mascarilla en el espacio público. De esta manera será obligatorio el uso del cubrebocas tanto en la vía pública como en lugares abiertos como la playa o la montaña independientemente de la distancia que mantengamos con otras personas.
Pero, ¿será obligatorio llevar mascarillas en la playa? Lo primero que conviene recordar es que, al menos en Andalucía, es obligatorio desde el verano pasado cubrirse el rostro con mascarilla en las playas salvo en el momento de darse un baño y tomar el sol, siempre y cuando esta última actividad se realice en la toalla. La nueva ley permite mantener la situación como hasta ahora. El punto 2 del artículo 6 de la nueva Ley exime del uso de mascarillas por motivos médicos, al practicar deporte o «cuando, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible». Serán las autoridades sanitarias las que tendrán que definir qué actividades son incompatibles con el uso de la mascarilla pero, lo que está claro, es que el texto normativo no impone la obligatoriedad del uso de mascarilla para tomar el sol de forma explícita. Además, la incompatibilidad de realizar esa actividad con mascarilla parece evidente.
Medidas urgentes cocinadas a fuego lento
Estamos acostumbrados a que desde que comenzó la epidemia de Covid-19 los distintos gobiernos han ido adoptando nuevas medidas de carácter urgente y de aplicación inmediata. Para ello se han acogido a dos figuras legislativas. Por un lado la declaración de Estado de Alarma y, por otro, la aprobación de Reales Decretos-Ley o su equivalente en las normativas autonómicas. Esta última figura permite la adoptación de normativa con rango de Ley sin necesidad de superar el trámite parlamentario ordinario. El único requisito para entrar en vigor es la aprobación del Consejo de Ministros y la convalidación del Parlamento.
Sin embargo, este Real Decreto-Ley se ha tramitado como proyecto de Ley, que requiere un trámite más lento y engorroso. El texto que hoy ha visto la luz en el BOE se empezó a tramitar el pasado mes de junio, en mitad de la desescalada del primer Estado de Alarma. Prueba de ello es que en el Preámbulo se habla de la declaración de Estado de Alarma y sus sucesivas prórrogas, es decir, el que se decretó en marzo de 2020. Sin embargo, no hay ninguna referencia al segundo Estado de Alarma, el que se aprobó en noviembre y todavía está en vigor.
Llama la atención que en la página 3 del texto normativo que entrará en vigor mañana se diga: «En el momento actual, en el que todo el territorio nacional ha alcanzado al menos la fase II del Plan, el vigente Real Decreto 555/2020, de 5 de junio, por el que se prorroga el estado de alarma declarado por el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo…». Se refiere, obviamente, a las fases de desescalada que comenzaron a finales de la primavera del año pasado y finalizaron con el establecimiento de la Nueva Normalidad a comienzos del verano.
Un texto legislativo que nace viejo después de nueve meses de tramitación parlamentaria y que entrará en vigor en un momento en el que la realidad ha dado mil vueltas después de superar tres olas pandémicas. La medidas «urgentes», tal y como el especifica el título de esta Ley 2/2021, han seguido una tramitación de lo más engorrosa.
María Jesús Montero promete revisar los aspectos
La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, se ha referido a esta Ley en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de esta mañana. Montero ha asegurado que el texto legislativo publicado hoy será analizado mañana en el Comité Interterritorial por si «hay alguna cuestión que no esté en consonancia con todo lo aprendido en estos tiempos posteriores».
Por tanto, suponer que este verano estaremos obligados a tomar el sol con mascarilla es algo que, por el momento, está más cerca del bulo que de la realidad. Al menos por ahora.