El jefe del Estado Mayor de Arabia Saudí, Fayyad bin Hamed al Ruwaili, y el comandante de la Real Marina de Arabia Saudí, Almirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily, han presidido este jueves en la ciudad árabe de Jeddah la entrega a la Real Marina de Arabia Saudí (RSNF) de la quinta corbeta construida en los astilleros de la Bahía de Cádiz por Navantia.
La corbeta ‘Unayzah’ (C550) fue botada en diciembre de 2021 en el astillero de San Fernando, en la provincia de Cádiz, y ha sido transportada hasta la base saudí donde su construcción ha finalizado, como ha informado Navantia en un comunidado.
Así, de acuerdo con lo establecido en el contrato, la entrega de esta corbeta se ha celebrado en la base naval Rey Faisal en Jeddah. Para llegar hasta esta fecha, la corbeta ha sido transportada a la ciudad árabe en un barco especializado y allí se ha sometido a los últimos trabajos de construcción e integración de los sistemas, confirmando la capacidad de transferencia de tecnología (ToT) y localización de la producción por parte de Navantia a la joint venture SAMINavantia.
A la ceremonia han asistido el almirante jefe de Personal de la Armada, Gonzalo Sanz, y el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, además del viceministro de Defensa, Albiyari, el subsecretario de Adquisiciones, Ibrahim Alsuwayed, el CEO de SAMI, Walid Abukhaled, el presidente de SAMINavantia, Mohammed Alkahtani, y la CEO de SAMINavantia, Sofía Honrubia.
La corbeta ‘Unayzah’ es la quinta de la serie que compone el programa Avante 2200. Tiene una eslora de 104 metros, una manga de 14 y será capaz de transportar a un total de 102 personas entre tripulación y pasaje.
Como ha explicado Navantia, el diseño de las corbetas es de última generación, maximizando a la vez la participación de esta empresa mediante la incorporación de productos propios como el sistema de combate Catiz, el sistema de comunicaciones integradas Hermesys, la dirección de tiro Dorna, el Sistema Integrado de Control de Plataforma y el puente integrado Minerva, junto con otros equipos desarrollados por Navantia bajo licencia, como los motores de MTU o las cajas reductoras de RENK.
Este contrato, en vigor desde noviembre de 2018, ha fortalecido a Navantia y beneficiado a todos los astilleros de la compañía y a su industria auxiliar, en especial, a toda la Bahía de Cádiz, suponiendo una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas que, traducido a empleo, alcanzaron la cifra de 6.000 anualmente durante cinco años.
De estos, más de 1.100 han sido empleados directos, más de 1.800 empleados de la industria auxiliar de Navantia y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores. Más de 100 las empresas auxiliares han colaborado en el programa.
El contrato incluye, además de la construcción, el Apoyo al Ciclo de Vida durante cinco años desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales, además del suministro de varios servicios como apoyo logístico integrado, adiestramiento operacional y de mantenimiento, suministro de Centros de Formación y Adiestramiento para el Sistema de Combate y Sistema de Control de Plataforma de los buques, el Apoyo al Ciclo de Vida, anteriormente citado, y los sistemas para el mantenimiento de los buques en la Base Naval de Jeddah.