El chino que se inventó eso de los proverbios hizo época. No hay cosa que ocurra que no merezca un buen proverbio chino, lo que en nuestra versión castiza sería un refrán. Entre el Kung fu, los Dragones por la calle, los proverbios y la modalidad comercial “el Chino de la esquina”, esta antiquísima civilización ha llevado hasta nuestros días varias de sus milenarias tradiciones de manera ejemplar. Algunos de sus proverbios han pasado a estas fechas recogidos en la tradición judeocristiana y los escritores de la Biblia se afanaron en hacerlos propios. Actualización que se dice ahora.
Uno de los proverbios más llamativos, porque atiende a factores económicos, sociales, ideológicos, educativos, y qué sé yo qué cosas, es el de “no le des peces al hambriento, mejor enséñale a pescar”. Después vino Jesucristo a sacar de la barca a Pedro para que pescara hombres en vez de peces, en su invitación al proselitismo que tanto caracteriza a las religiones. Pero es otra historia, ahora estamos con los chinos, y como China está de moda, parece que alguna de sus enseñanzas las estamos aplicando con precisión española (que es una precisión sui generis)
Mariano Rajoy no tiene cara de chino. No es chino, aunque admira a esas legiones amarillas trabajando casi sin parar por sueldos miserables. Por supuesto que no es chino, porque para los chinos la economía es el Comunismo Capitalista (algo así como cuadrar círculos) y para Rajoy la economía es el Capitalismo de casino (algo así como la circunferencia del cuadrado). Y si los Chinos pronuncian mal las «erres» y la cambian por «eles», y aunque también tiene problemas para pronunciar bien la “r”, Rajoy no es chino (de hecho él nunca se nombra como Maliano Lajoy), pero sí que aplica su credo con la “r” de “recorte”, de “reforma laboral” y la “l” de “lucro”, de “látigo”…y unas cuantas“erres” y “eles” más.
En la España de los millones de parados, la de la privatización de la sanidad y la educación, la de la bajas pensiones, de los aumentos de jornadas y reducciones salariales de los funcionarios, las subidas de impuestos a los que menos tienen, desahucios, las cuentas en Suiza, Panamá…, los recortes en Becas, los despidos sin garantías…surge con fuerza y brío una voz y un mensaje pedagógico que trata de embridar a estos españolitos, nosotros, que -según parece- no hemos hecho otra cosa que despilfarrar por los cuatro costados, gastar a mansalva, o como dice Rajoy (o Lajoy como gusten en llamarlo), “vivir por encima de sus posibilidades”. Nos hemos gastado el dinero en televisores de plasma, coches de segunda mano, viviendas con hasta ¡dos cuartos de baño!, gambas en nochebuena, cava en nochevieja, tablets en Reyes y encima gastándonos lo que queda en pagarle al niño los estudios universitarios, como si para ser parado hubiera que tener un título.
Menos mal que ya se van conociendo los orígenes de todos nuestros males: Según he escuchado, esos millones de desempleados son consecuencia del fracaso escolar. También hemos descubierto que la cultura del ahorro es un valor en si mismo y para ahorrar nos enseñan que lo mejor es meter el dinero en Bancos Suizos porque así, teniéndolos lejos, te quitas la tentación de gastártelo en comida y otras ordinarieces. Brillante también el ejemplo de amistad que nos dan muchos políticos y otros Grandes de España. El valor de la amistad. Por eso qué mejor que adjudicar solidariamente a los amigos cuantos hospitales, bancos, colegios…tenga el Estado (El Estado, ya sabéis, ese gran derrochador).
El pueblo chino es ejemplar, hace unos días por comprar un peine de 10 céntimos en la tienda de la esquina me regalaron dos más, así que ya tengo tres peines para no sé muy bien qué, porque a mí con un cuarto del utensilio ya me sobra. Rajoy (o Lajoy como prefieran) también hace regalos. A los Bancos les está regalando nuestro dinero (que él, aparte de administrador de fincas, también es administrador de nuestros dineros) y así con esa «pasta» los directivos de esos bancos pueden seguir cobrando todos los meses sus sueldos para que también ellos puedan consumir y calentar la economía. Está todo pensado.
Me encanta esa labor ímproba de todo un gobierno que se ha dado cuenta de que lo que los ciudadanos necesitamos es aprender cosas útiles. La tasa de pobreza ha aumentado significativamente, la clase media está como los Linces de Doñana, en peligro de extinción. En la calle hay más pedigüeños, los restaurantes ponen menús del día (papas a lo pobre, hamburguesas de chopped…). Cáritas, Cruz Roja y otras muchas entidades sociales y asistenciales no paran de servir comidas a toda esa famélica legión, mientras nuestro gobierno ha acuñado una variante al proverbio chino, antes comentado, para atajar esas hordas de insensibles pobres que se empeñan en comer todos los días. Ha reconvertido y españolizado el proverbio para uso y disfrute de la especie humana hispánica, de tal forma que si Rajoy (o Lajoy como gusten), lo hubiera sacado antes, el Lute ni camina ni revienta: “No le des una gallina a un pobre…mejor enséñale a poner huevos”. Yo por si acaso estoy aprendiendo a cacarear.