El Cádiz Fútbol Sala ha anunciado la renovación de Noe Reyes, una noticia que vale tanto como el mejor de los fichajes. En el Pabellón Mirandilla podría haber una placa que dijera: «Quién no ha visto jugar a Noe Reyes, no sabe lo que es el fútbol sala». Noe se encuentra en la mejor etapa para una jugadora, con 26 años y todo un mundo recorrido. Un palmarés que incluye cuatro ligas, dos en España y otras dos en Italia, con la única espinita de no contar para la selección nacional.
Noe llegó el verano pasado tras despedirse de la liga italiana de la mejor manera, levantando el trofeo de campeona con el Montesilvano, equipo que hace tres meses quedó subcampeón de la I Copa de Europa al caer frente al Atlético Navalcarnero. Si hay una palabra que define a esta jugadora es ‘compromiso’, como demostró en el último tramo del campeonato cuando tras caer lesionada en casa ante el Club Deportivo Loja el 29 de abril, siguió vistiéndose de corto una semana tras otra por si sus compañeras necesitaban un poco de su magia para atar la clasificación a la eliminatoria de ascenso.
En la antigua Roma, cuando celebraban una victoria militar, un esclavo se encargaba de sostener los laureles sobre la cabeza del general victorioso mientras susurraba «Respice post te, hominem te esse memento» («Mira atrás y recuerda que sólo eres un hombre»). En el Cádiz Fútbol Sala, al contrario de lo que ocurría en la ciudad eterna, Noe y Emma tuvieron que susurrar al oído de sus compañeras más jóvenes que esta plantilla, con una juventud que asusta, podía llevar a cabo la hazaña del ascenso.
Porque esta temporada no ha sido ni mucho menos un paseo triunfal, ha habido momentos duros, como la derrota en casa frente a Guadalcacín cuando el equipo saltó a la pista con el convencimiento de que las rivales eran invencibles o tras la lesión de la propia Noe, que se unía a la de su hermana, la capitana Bea, que provocó una racha de derrotas que a punto estuvo de tirar por tierra el sueño del ascenso. La chiclanera tuvo que saltar a la pista lesionada los últimos cinco minutos de partido en casa frente al Club Deportivo Vícar, el día de las lágrimas, cuando la esperanza se esfumó y las gaditanas dejaron de depender de sí mismas, aunque solo fuese durante 24 horas escasas. También durante la última jornada del campeonato regular, jugando en casa frente a Estudiantes de Sevilla, el preocupante 0-0 del marcador al descanso hizo que la presencia de la chiclanera se hiciera necesaria y tuviese que dedicar el tiempo de descanso a ensayar disparos a puerta por si era preciso que saltara a la pista. Una segunda parte espléndida de las gaditanas evitó que fuera necesaria su contribución al equipo, pero la sombra del desastre planeó de nuevo sobre la cancha del Mirandilla.
La renovación de Noe es una magnífica noticia para los aficionados al fútbol sala de esta ciudad, una jugadora llamada a ser una pieza fundamental para conseguir lo que nunca antes se pudo, la permanencia del Cádiz Fútbol Sala en Primera División.