El presidente del Gobierno ha reiterado que las medidas adoptadas para afrontar las consecuencias de la guerra en Ucrania persiguen proteger a la mayoría social, repartir de forma justa los costes de la crisis y reformar el sistema energético y el mercado eléctrico.
El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha explicado que el Plan Nacional de Respuesta a las Consecuencias de la Guerra en Ucrania aprobado en marzo ha supuesto, hasta la fecha, la movilización de más de 35.000 millones de euros, un 2,9% del Producto Interior Bruto (PIB).
«Somos el cuarto país europeo que más recursos económicos estamos movilizando para proteger a sus hogares y a sus empresas», ha dicho Sánchez, quien ha asegurado que seguirá actuando con la máxima determinación y compromiso social para «dedicar todos los recursos que sean necesarios para defender a la gente de a pie, porque este Gobierno gobierna para la mayoría social».
Así lo ha afirmado esta tarde ante el Pleno del Senado, donde ha comparecido a petición propia para detallar las medidas económicas y fiscales adoptadas por el Gobierno y el papel de las Comunidades Autónomas en su implementación y en el mantenimiento del estado del bienestar.
Escudo social
Uno de los ejes del Plan de respuesta, ha destacado, es el escudo social para proteger las rentas de las clases medias y trabajadoras y paliar los efectos de la inflación.
En este apartado, Sánchez ha repasado algunas de las medidas que se han tomado desde que empezó la guerra, como las ayudas directas y rebajas fiscales a pymes y autónomos, la rebaja del IVA de la luz del 21 al 5%, la bonificación al carburante, la limitación del precio de los alquileres, los descuentos en el transporte público, la gratuidad de los trenes de Cercanías, Rodalies y Media Distancia, las ayudas a consumidores e industrias en el ámbito energético y, hoy en el Consejo de Ministros, el refuerzo del Bono Social Eléctrico y el Bono Social Térmico y un sistema para controlar los gastos de calefacción y agua caliente en los edificios con calderas comunitarias.
El presidente ha considerado que estas medidas se están mostrando eficaces, ya que, en aquellos sectores de la economía intervenidos -vivienda, energía y transporte-, se ha moderado la inflación. Concretamente, cayó en septiembre por segundo mes consecutivo, pasando del 10,5% al 8,9%. España es actualmente el país de la Unión Europea (UE) que más ha reducido su inflación en el último mes y el IPC está ya por debajo de la media europea.
A pesar de estos datos «esperanzadores», y de que el pronóstico es que la inflación siga cayendo en 2022 y se corrija del todo en 2023, Sánchez ha reconocido que los precios siguen muy altos y que, por lo tanto, las medidas ya puestas en marcha y las que se deriven de la evolución de la crisis «continuarán el tiempo que sea necesario».
Justicia social
Otro de los objetivos del Gobierno, ha continuado Sánchez, es la justicia social, de forma que haya un reparto equitativo de las cargas de la crisis: «Si en la crisis financiera fue la gente de a pie la que soportó el peso de los recortes, esta vez el ajuste debe producirse por la vía de los ingresos. Y singularmente, con el compromiso de las grandes fortunas y de las grandes corporaciones que están obteniendo beneficios extraordinarios».
El presidente ha defendido que la justicia social necesita de la justicia fiscal, meta que inspira todas las reformas fiscales del Gobierno desde 2019 y también el Impuesto de Solidaridad de las Grandes Fortunas presentado recientemente, «pensado para que aporten más quienes más pueden, y para que las rentas más bajas, pymes y autónomos puedan beneficiarse de bajadas fiscales sustanciales para proteger a sus familias y sus negocios».
Gracias a este impuesto, ha señalado Sánchez, se podrán recaudar 1.500 millones de euros, una cifra equivalente al 60% de la inversión en becas del Estado y similar a la que se destina a los fondos para la formación para el empleo..
El presidente ha mostrado su satisfacción por que el Gobierno de España haya abierto camino en la UE en la reclamación de este tributo y del gravamen de los beneficios de la banca derivados de la subida de tipos de interés, y ha respaldado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien afirmó, ha citado, que «los beneficios deben compartirse y canalizarse hacia quienes más lo necesitan».
Reforma del sistema energético y el mercado eléctrico
El tercer eje en que se sustentan las medidas para paliar la crisis causada por la guerra de Ucrania es la reforma del sistema energético y el mercado eléctrico en la UE y en España, para garantizar el acceso a la energía a precios razonables, reducir la dependencia energética, responder a la emergencia climática y favorecer la reindustrialización.
La dependencia energética de Rusia se ha reducido y, a día de hoy, las importaciones de gas ruso son un 82% menores que hace un año, suponiendo solamente el 8% del consumo total para Europa. Por otro lado, han aumentado las importaciones de gas procedente de EEUU y África, lo que ha permitido que las reservas de gas en el continente estén ya al 90%.
En España, Sánchez ha mantenido, como hizo en septiembre durante su anterior comparecencia en el Senado, que no se van a adoptar medidas drásticas y que el suministro está garantizado: «A ningún hogar español le va a faltar la energía para iluminarse, calentarse y cocinar este invierno».
Por otro lado, en la UE se está trabajando en líneas de acción «que España lleva defendiendo más de un año», ha recordado Sánchez, como la compra conjunta de gas, la reforma en profundidad del mercado, que desligue el precio del gas del de la electricidad, y el establecimiento de un tope al precio del gas.
El presidente ha afirmado que estas propuestas son totalmente coherentes con la política energética desplegada por el Gobierno, una de sus prioridades a lo largo de la legislatura, basada en reducir del precio de la electricidad, aumentar las fuentes renovables, electrificar el transporte y mejorar la eficiencia energética de los edificios, además de luchar contra el cambio climático y cumplir con los objetivos nacionales de reducción de emisiones de CO2.
Sánchez ha puesto como ejemplo del resultado de estas medidas que, entre 2018 y 2022, se ha duplicado por doce la potencia instalada de energía eólica respecto al periodo 2015-2018; y se ha multiplicado por 142 el volumen de energía fotovoltaica. «Solo en 2021 se ha instalado en España el equivalente a toda la potencia fotovoltaica que había en nuestro país en 2018», ha celebrado.
El presidente ha calificado a la reforma energética como «una oportunidad para reindustrializar España, para crear empleo y para aumentar la cohesión territorial».
Rumbo adecuado
El presidente del gobierno ha señalado que la proyección de los organismos naciones e internacionales para los próximos meses es que España seguirá creciendo y generando empleo, y lo hará a un ritmo superior al de la mayoría de economías de la zona euro: «Nuestro rumbo es el adecuado».
Sánchez, sin obviar las incertidumbres y la complejidad de la situación actual, ha mostrado su confianza en que España será capaz de salir de esta crisis de la misma manera en que superó la pandemia del COVID-19, gracias al esfuerzo colectivo de la ciudadanía, la fortaleza de las instituciones y las empresas y a un plan de respuesta «claro, con fases, medidas y un gran esfuerzo presupuestario».
Finalmente, el presidente ha agradecido a su equipo de gobierno su trabajo y dedicación, con especial mención al liderazgo en sus ámbitos respectivos de las vicepresidentas Nadia Calviño, Yolanda Díaz y Teresa Ribera.