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Andalucía y más allá

Pensiones contributivas y no contributivas: claves, revalorizaciones y requisitos para solicitarlas en 2025

El Gobierno incrementa las pensiones contributivas un 2,8% y las no contributivas un 9%, reforzando el poder adquisitivo de los pensionistas y el apoyo a los colectivos más vulnerables.

El Gobierno de España ha aprobado en 2025 la revalorización de las pensiones contributivas y no contributivas, con un incremento del 2,8% para las primeras y del 9% para las segundas, cumpliendo así su compromiso de garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas y apoyar a las personas con menos recursos.

La pensión media del sistema en agosto de 2025 se situó en 1.314 euros mensuales, incluyendo jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares. La pensión media de jubilación alcanza los 1.508,7 euros, mientras que la de viudedad se sitúa en 936,3 euros al mes. Por su parte, las pensiones no contributivas de jubilación o invalidez ascienden a 7.905,80 euros anuales (568,70 euros mensuales en 14 pagas).

Las pensiones contributivas son prestaciones económicas que requieren haber cotizado previamente a la Seguridad Social, y su cuantía depende de las aportaciones realizadas durante la vida laboral. Incluyen distintos tipos: jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y prestaciones en favor de familiares.

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Para acceder a la jubilación ordinaria, el solicitante debe cumplir con la edad legal establecida (66 años y 6 meses en 2024 para quienes tienen menos de 38 años cotizados) y acreditar un mínimo de 15 años de cotización, de los cuales al menos dos deben estar incluidos en los 15 años anteriores. Existen modalidades como jubilación anticipada, parcial, flexible y especial a los 64 años, cada una con requisitos específicos. La pensión por incapacidad permanente busca cubrir la pérdida de rentas debido a una discapacidad y puede ser parcial, total, absoluta o gran invalidez. Las prestaciones por fallecimiento, como viudedad u orfandad, compensan económicamente a los familiares afectados. El Instituto Nacional de la Seguridad Social gestiona la concesión de estas pensiones.

Por su parte, las pensiones no contributivas se conceden a quienes carecen de ingresos suficientes, incluso si nunca han cotizado. Pueden ser de jubilación o invalidez, y su cuantía se establece anualmente en la Ley de Presupuestos Generales del Estado. En 2025, la pensión mínima se fijó en 7.905,80 euros anuales, aplicable a todos los beneficiarios según la composición económica de su unidad de convivencia. Los requisitos incluyen residencia legal en España, límite de ingresos y, en el caso de invalidez, un grado de discapacidad igual o superior al 65%.

En general, no es posible cobrar dos pensiones del mismo régimen simultáneamente, salvo excepciones como la pensión de viudedad o la combinación de regímenes distintos en pensiones contributivas. La compatibilidad especial se aplica también a profesionales sanitarios que continúen trabajando tras acceder a la jubilación, percibiendo el 75% de su pensión mientras prestan servicios en atención primaria.

Con estas medidas, el Gobierno busca reducir la brecha de género, incrementar la protección social y garantizar que los pensionistas puedan mantener un nivel de vida digno, reforzando la cobertura a los colectivos más vulnerables de la sociedad española.

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