La Autoridad Portuaria del Puerto de la Bahía de Cádiz (APBC) se ha encontrado con un exceso de 180.000 metros cúbicos de arena, procedente de la construcción de la nueva terminal de contenedores. El fin de semana pasado, la APBC dio a conocer que la única solución para resolver esta cuestión era crear una playa artificial junto al paseo Pery Junquera, en la zona de la Alameda.
Este proyecto no es nuevo. Fue presentado en su día por el portavoz del grupo municipal del Partido Popular, Juan Castellví, durante la última legislatura del alcalde socialista Carlos Díaz, para deshacerse de la arena procedente del dragado de la canal del Puerto de Cádiz. En aquel momento, la propuesta no salió adelante por la negativa del PSOE que estaba al frente del Ayuntamiento, del puerto, al igual que ahora, y del gobierno central. Actualmente, este proyecto de una playa en la Alameda no cuenta con el visto bueno ni de la Demarcación de Costas, ni de la Consejería de Medio Ambiente, ni de la Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía en Cádiz ni del propio Ayuntamiento de Cádiz.
Desde Podemos Cádiz consideramos este proyecto un auténtico disparate que no tiene en cuenta ni las consecuencias medioambientales ni sobre el patrimonio. Nada nuevo ya que, con anterioridad, se culpabilizó de los retrasos y sobrecostes de la obra de la nueva Terminal al conjunto de excavaciones arqueológicas realizadas por la aparición de distintos barcos hundidos de épocas pasadas. No indicándose en ningún momento que existía una falta total de previsión en la redacción del proyecto de obras. La aparición de barcos hundidos en la zona portuaria de una ciudad que ha vivido volcada al mar y que, asimismo, fue fundada por navegantes fenicios parecía ser algo totalmente ajeno a este tipo de intervenciones.
Desde Podemos Cádiz, denunciamos que no existe un estudio de viabilidad, impacto visual, etc, que defina de forma correcta las acciones para la creación de esta playa y proteger así el conjunto de murallas, baluartes y castillos de Cádiz que son bienes de interés cultural (BIC).
Asimismo, recordamos que el mantenimiento y conservación de las murallas de época moderna de la ciudad compete a todos, especialmente a la Demarcación de Costas, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Cádiz. Hace años que no se realiza una operación de mantenimiento y restauración integral del lienzo de las murallas, sino que simplemente se actúa de urgencia o se intentan minimizar daños recurriendo a una solución propia de los años 50, poco respetuosa con el BIC, como es el vertido de bloques de hormigón para evitar el embate del oleaje.
Las murallas, baluartes y castillos de Cádiz son edificaciones únicas e irrepetibles. Ahí está el ejemplo del baluarte de San Carlos. En América habrá otros parecidos, pero de Cádiz sólo hay uno. Que no ocurra como con el baluarte de San Nicolás, que se ubicaba tras la cárcel vieja, que lo perdimos para siempre.
La ciudad de Cádiz, por su propia configuración geográfica, es una pequeña península que cuenta con más de 7 kilómetros de playa, en su mayoría urbana. Existe espacio suficiente para que gaditanos y visitantes disfruten. No necesitamos crear una playa artificial que llevará a una modificación del litoral y que afectará al ecosistema marino de la zona. Sin olvidar que habrá que mantener y verter arena de manera cíclica, que habrá que obtener de otra parte, con el coste económico y medioambiental que esto conlleva.
Por todas estas razones, vemos que no se intenta solventar un problema de la ciudadanía de Cádiz sino, sólo y exclusivamente, un inconveniente de la Autoridad Portuaria.