El Distrito Sanitario Bahía de Cádiz-La Janda y su Unidad de Gestión de Salud Pública han impulsado dos talleres en el que han participado profesionales de 22 centros de salud con el objetivo de realizar un plan de intervención sobre las condiciones de enfermedad más prevalentes de cada centro.
Los talleres han estado dirigidos a médicos, profesionales de la enfermería gestora de casos, trabajo social, farmacia y veterinarios de protección de la salud, que han presentado una serie de medidas que serán evaluadas por la Unidad de Gestión de Salud Pública
En estos talleres, los profesionales han recibido los datos epidemiológicos de la población que atienden y las medidas de intervención validadas mas eficaces para que realicen un plan de intervención especifico. En concreto, dentro de las líneas a desarrollar se han priorizado la intervención en diabetes, enfermedades cardiovasculares, ictus, infección por VIH y los procesos oncológicos más frecuentes (cáncer de mama, pulmón y colorrectal).
La orientación de las medidas a adoptar se orientan fundamentalmente a intervenciones de promoción de áabitos de vida saludables y prevención sanitaria. De forma paralela, desde el distrito se refuerza la cooperación con los hospitales de referencia implicados en esta intervención priorizada.
Según ha explicado Jesús Ruiz Cayuso, director de la Unidad de Salud Pública del Distrito, los estilos de vida no saludables que conducen a la aparición de determinadas patologías “son fundamentalmente la obesidad y el consumo de dieta no equilibrada, el sedentarismo y el tabaquismo”, por lo que serán las áreas de intervención principales del plan.
Estos estilos de vida, sostiene Ruiz Cayuso, “están además relacionados con las condiciones socioeconómicas de la población de forma que, a menor renta y educación, mayor es la proporción de población obesa, sedentaria y fumadora, especialmente en mujeres”.
Además de las intervenciones sobre los estilos de vida, se promoverán acciones para incorporar a los programas preventivos que se desarrollan en los centros de salud a la población en riesgo de exclusión, “ya que suele ser la que menos utilizan los servicios preventivos de atención primaria”, tales como los programas de detección precoz de cáncer de mama o de cérvix, seguimiento y control de diabetes o enfermedades vasculares, entre otros.