Quirónsalud advierte que analizar la pisada de pacientes con callos ayuda a prevenir nuevas lesiones en el pie

La podóloga Lidia Follarat, del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, recomienda estudios biomecánicos y buenos hábitos de cuidado e hidratación para evitar la aparición de helomas.

El Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar ha destacado la importancia de realizar un estudio de la pisada en pacientes con helomas —comúnmente conocidos como callos— para prevenir la aparición de nuevas lesiones en el pie. Esta evaluación permite detectar puntos de presión o fricción excesiva que suelen ser la causa principal de este tipo de afecciones.

Según ha explicado el centro sanitario, los helomas son una forma localizada de hiperqueratosis, es decir, una acumulación de células muertas que genera una dureza de color amarillento, generalmente con un núcleo central y bordes bien definidos. Estas lesiones pueden aparecer en cualquier zona del pie y, al aplicar presión sobre ellas, producen dolor o molestias significativas.

La podóloga Lidia Follarat Molina, que se ha incorporado recientemente al servicio de Podología del Centro Médico Quirónsalud Algeciras, dependiente del hospital campogibraltareño, ha señalado que las causas más frecuentes de los helomas son el exceso de presión o fricción, una pisada incorrecta, el uso de calzado inadecuado, la falta de hidratación o la presencia de otras patologías que alteran la biomecánica del pie.

Existen distintos tipos de helomas según su ubicación: plantares, dorsales o interdigitales, entre otros. Por ello, la especialista insiste en que “es fundamental que un profesional realice un diagnóstico diferencial, ya que es fácil confundirlos con una verruga plantar o con otras afecciones dermatológicas”.

El tratamiento inicial consiste en la eliminación del callo en consulta, un procedimiento “completamente indoloro”, explica Follarat Molina. No obstante, para evitar la reaparición de los helomas, recomienda realizar un estudio biomecánico de la pisada que permita diseñar plantillas personalizadas, ajustadas a las características anatómicas de cada paciente.

“La plantilla ayuda a descargar de forma selectiva las zonas que soportan mayor presión, evitando así que el tejido se endurezca nuevamente”, ha detallado la podóloga, quien además ha ofrecido una serie de consejos de cuidado diario del pie:

Mantener una correcta higiene e hidratación, secar bien los pies —especialmente entre los dedos— para prevenir infecciones, y utilizar cremas con urea al 10-15%, sobre todo en las zonas más secas como el talón. También recomienda el uso de un calzado adecuado, con horma ancha y tacón inferior a tres centímetros, que favorezca la comodidad y reduzca los puntos de presión.

Finalmente, Follarat Molina subraya la importancia de acudir de forma periódica al podólogo para mantener un seguimiento del estado dérmico y ungueal del pie. “El control regular es clave para evitar complicaciones y garantizar una pisada equilibrada que prevenga nuevas lesiones”, ha concluido.