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Andalucía y más allá

Salud y Consumo alerta sobre el riesgo de intoxicaciones alimentarias por el calor y aconseja cómo evitarlas

La Junta de Andalucía recuerda la importancia de conservar correctamente los alimentos en verano, especialmente los que contienen huevo crudo, carnes picadas y ciertos pescados como el atún o la caballa

La Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía ha emitido un recordatorio a la población sobre la importancia de una adecuada conservación de alimentos en verano, especialmente ante el aumento de las temperaturas. Las altas temperaturas favorecen la proliferación de bacterias y otros microorganismos que pueden provocar intoxicaciones alimentarias, motivo por el cual la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica ha publicado una serie de recomendaciones clave para evitar riesgos para la salud.

El calor es uno de los principales factores que comprometen la seguridad alimentaria. La interrupción de la cadena de frío, incluso durante trayectos cortos, puede ser suficiente para que un alimento refrigerado o congelado pierda sus propiedades y se convierta en un foco de infección. Por ello, es fundamental planificar la compra: los productos perecederos deben ser los últimos en añadirse al carrito y los primeros en guardarse al llegar a casa. Además, se recomienda el uso de bolsas isotérmicas para mantener la temperatura durante el transporte.

Productos de riesgo: huevo crudo, pescados azules y carnes picadas

Según Salud y Consumo, los productos que contienen huevo crudo o poco cocinado, como mayonesas caseras, tortillas poco cuajadas o postres, requieren especial precaución. Estos alimentos pueden ser caldo de cultivo para bacterias como la salmonella, por lo que deben manipularse con la máxima higiene y consumirse inmediatamente tras su preparación. Para salidas al aire libre o excursiones, se aconseja el uso de huevos pasteurizados.

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Otro grupo de riesgo lo componen algunos pescados frescos, especialmente atún, melva, caballa y boquerones. Estos contienen un aminoácido que, bajo condiciones de conservación inadecuadas, puede transformarse en histamina, una sustancia que provoca síntomas similares a una reacción alérgica. Una vez formada, la histamina no desaparece con el cocinado. Para evitarlo, se deben comprar estos pescados en establecimientos que los mantengan bien refrigerados y consumirlos en menos de 48 horas. También se desaconseja congelarlos en casa si no se conoce su estado previo.

Asimismo, fiambres, ensaladas preparadas, cremas, salsas y carnes picadas son productos altamente sensibles al calor y requieren refrigeración constante.

Consejos de conservación en el hogar

Entre las pautas básicas para una conservación segura de alimentos en casa, Salud y Consumo destaca:

  • No sobrecargar el frigorífico, ya que dificulta la circulación del aire frío.
  • Limpiar regularmente el interior del refrigerador.
  • Evitar la contaminación cruzada, separando alimentos crudos y cocinados y utilizando utensilios distintos para cada uno.
  • Cocinar adecuadamente carnes y huevos para asegurar la eliminación de bacterias.
  • Descartar sobras que hayan estado fuera del frigorífico durante varias horas en días calurosos.

Hidratación y alimentación ligera para combatir el calor

Además de las medidas de seguridad alimentaria, la Consejería recomienda adaptar la dieta a las condiciones climáticas del verano. Es esencial mantenerse hidratado y reponer minerales perdidos por el sudor. Para ello, se aconseja consumir frutas y verduras frescas, optar por platos ligeros y beber agua de forma constante a lo largo del día.

Con estas recomendaciones, la Junta de Andalucía busca concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de la prevención y el autocuidado para evitar intoxicaciones alimentarias durante el verano.

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