La pintura de tema floral unirá estas dos muestras en un mismo espacio del que el público podrá disfrutar durante todo el verano
La delegada municipal de Cultura, Susana Rivas; el teniente de alcalde, Roberto Palmero, y el director del Museo de Chiclana, Jesús Romero, han presentado dos exposiciones que se unen en un mismo espacio. Se trata de ‘Gessa, suma y sigue. Nuevas adquisiciones’ y ‘Otra mujer que pintaba otras flores. Carmen Espel’, que estarán abiertas al público hasta el próximo 3 de septiembre, bajo una temática común como es la pintura floral. Una manera, la de Gessa, casi botánica de plantear el asunto; un tratamiento, el de Espel, que roza casi la fantasía a la hora de encararlos.
“Llevábamos tiempo pensando en cómo contextualizar esta exposición, porque es una muestra que gustará ya que traslada mucha alegría. Queríamos contextualizar toda la obra de Gessa y el legado que dejó a sus discípulas, con una de las artistas que mejor retrató las flores, como es el caso de Carmen Espel”, ha destacado la delegada, invitando a “toda la ciudadanía a visitar esta muestra, porque tendrán la oportunidad de disfrutar la obra de un chiclanero y de una de sus discípulas”.
El Museo de Chiclana expone permanentemente obras de Sebastián Gessa Arias, el pintor chiclanero más relevante del siglo XIX junto con Juan Antonio González. En esta ocasión, el Museo vuelve de manera temporal sobre este pintor para mostrar al público varias pinturas que, aunque ya forman parte del patrimonio artístico chiclanero, no han sido disfrutadas por el público aún. Pues ha sido, callada y constantemente, labor del Museo seguir incrementando los fondos del mismo con piezas de Sebastián Gessa o que de alguna manera remitan a su obra, una obra en la que distinguimos dos vertientes fundamentales, qu eson su obra plástica propia y su magisterio.
De su obra plástica se presenta por primera vez en público cuatro óleos suyos adquiridos en los últimos años, y que han pasado anteriormente por su proceso de limpieza y puesta a punto antes de su aparición pública. Entre estas cuatro obras, la de mayor tamaño y mayor complejidad compositiva presente en Chiclana.
“Gessa, pintor de las flores que le llamaron, fue maestro también de pintoras que encontraron en Gessa un maestro de primera y que alcanzaron altura y renombre. El magisterio de Gessa Arias está presente aquí en piezas de sus alumnas que también ha adquirido en los últimos tiempos el Museo de Chiclana, entre estas piezas un interesante bodegón de Julia Alcayde nunca antes expuesto en público”, ha explicado el director del Museo.
Por otra parte, “Otra mujer que pintaba otras flores. Carmen Espel”, viene a ser la exposición colorista y fresca del verano en el Museo de Chiclana.
Carmen Espel (Barcelona, 1926-2017) se inclinó por el dibujo a raíz de una enfermedad que la recluyó en casa. Tenía nueve años entonces, y el dibujo era una ventana por donde respirar. El talento de Carmen se le hizo evidente a su padre, hombre bien relacionado con el mundo cultural y artístico, y pronto pudo la incipiente artista orientar, a través de esos contactos su vocación.
Menuda, inquieta, extrovertida, obstinada y perseverante, pronto expresa su firme decisión de dedicarse a la pintura. En 1940, convence a su padre para asistir, contra lo acostumbrado en su época tratándose de una muchacha, al taller de Armand Miravalls Bové. Sin embargo, el hallazgo decisivo lo marcará el encuentro con el pintor Ramon Sanvisens, en cuya escuela comenzará a trabajar el óleo.
Pintor eminentemente colorista, Sanvisens será clave en el devenir de la pintura, personalísima, de una Carmen Espel que, aunque se ocupe de otras temáticas, pronto triunfará con sus bodegones florales, asunto tratado por tantas otras pintoras pero aquí, y así, tan solamente suyo.