Desarrollo Sostenible la devolvió al mar tras su recuperación en el Cegma de Algeciras donde fue llevada con un fuerte traumatismo
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha vuelto a hacer de la atención a una de las especies vulnerables que requieren protección, un hito a tener en cuenta como referente de lo que debe ser la preservación de éstas en su hábitat natural. En este caso ha sido una tortuga boba, un ejemplar macho y adulto, al que se le puso el nombre de Sparrow. Fue localizada en la playa de La Victoria, en Cádiz, por un particular, quien tras llamar al 112 posibilitó que fuese trasladada al Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz (Cegma) del Estrecho de Algeciras de la Junta de Andalucía. Allí fue atendida de un traumatismo craneoencefálico, probablemente ocasionado como consecuencia de la colisión con un barco.
Tras varios meses de recuperación, la tortuga Sparrow fue liberada el pasado 25 de junio en aguas del Parque Natural del Estrecho. Esto se realizó incorporándole una marca satelital cedida por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, lo que viene permitiendo su localización.
La aventura de Sparrow discurre desde entonces por el Mediterráneo, recorriendo durante la primera semana la costa de Málaga (entre los días 26 al 29 de junio) y Almería (del 29 de junio al 4 de julio). Desde allí pasó a surcar la costa alicantina (entre los días 9 y 10 de julio), tras pasar por aguas de Murcia los días precedentes (del 4 al 9 de julio). En la actualidad, este singular ejemplar de tortuga boba sigue su viaje por este amplio mar, germen de grandes culturas desde la antigüedad. A finales de la semana pasada llegaba a aguas del archipiélago balear y en las inmediaciones de la isla de Mallorca se encontraba ya el pasado 15 de julio. Un mes después de su liberación, el pasado 27 de julio se alejaba ya de las Baleares en donde sí ha permanecido varios días en la misma localización, llegando a Cerdeña donde se encontraba el jueves 6 de agosto, conforme al último informe recibido, el cual puede actualizarse gracias a la referida marca satelital de que dispone.
La tortuga boba es una especie omnívora que tiene una dieta muy variada y que se alimenta especialmente de moluscos bivalvos (conchas), gasterópodos como las caracolas marinas o crustáceos tipo cangrejos o gambas y, por supuesto, de peces, medusas, corales o pepinos de mar.
Con este seguimiento se reconoce en ésta una experiencia basada en una acertada toma de decisiones que ha permitido que un ejemplar de una especie en peligro de extinción pueda permanecer con normalidad en su hábitat correspondiente.
Además, se pone de manifiesto cómo debe proceder la ciudadanía, en este caso por parte de la persona que la localizó. El consejo en estas situaciones es claro y consiste en que, si alguien encuentra una tortuga marina en la playa debe ponerse en contacto con el 112 para que pueda ser atendida por expertos. Además, el verano es la época de cría de la tortuga boba, de manera que nadie debe moverla ni tocarla ante la posibilidad de que pueda tratarse de una hembra y de que esté en fase de construir su nido.