Tailandia resume lo mejor de Asia. Todo lo que uno imagina en el continente amarillo, todo lo que lo hace distinto del resto del mundo, todos sus tópicos y sus encantos se encuentran en Tailandia, el «país de la gente libre», traducido literalmente. En el antiguo reino de Siam se descubren joyas arquitectónicas de gran belleza, antiguas ruinas monumentales, ciudades bulliciosas y pueblos remotos, playas vírgenes y selvas casi impenetrables, maravillosos bazares donde se vende de todo a precios ridículos, riquísima gastronomía, animada vida nocturna… Y todo ello ahora están más cerca que nunca gracias a los únicos vuelos directos de Madrid a Bangkok que pone en marcha este verano el turoperador Politours en colaboración con la compañía Plus Ultra, y con precios desde 1.185 euros.
Todos los países son diferentes pero algunos son más diferentes que otros. Tailandia, considerada por muchos como el país más exótico del Sudeste Asiático, es país extraordinario y único. A través de 700 años de independencia el reino de Tailandia ha desarrollado una increíble continuidad sostenida por la inquebrantable adhesión de sus gentes al budismo, la religión nacional, y a la monarquía, constitucional desde 1932, que en la actualidad sigue siendo tan profundamente respetada como en los tiempos en que los reyes eran considerados, literalmente, los “Señores de la Vida”.
Estas y otras tradiciones mantenidas a lo largo de los siglos, muestran el carácter genuinamente tailandés que identifica a la nación y da sentido a este antiguo país diferente a todos. Todavía hoy, los tailandeses logran conciliar casi milagrosamente su sincero respeto por el pasado con una admiración sin límites por lo nuevo y con el disfrute de los placeres propios de nuestros días.
Es precisamente esa paradoja lo que hace de Tailandia un destino tan gratificante. Aquí no sólo se puede encontrar un auténtico país multifacético de enorme diversidad cultural y paisajística, sino también todas las ventajas modernas que aseguran a sus visitantes la más satisfactoria experiencia. El viajero encontrará un territorio lleno de atractivos, que van desde el servicio exclusivo hasta la extraordinaria variedad de alojamientos, comida, excursiones y compras. Desde los templos de doradas agujas de Bangkok, hasta las majestuosas ruinas de las antiguas capitales del reino, desde el tranquilo encanto de los pueblos a la animación de las playas tropicales, hay infinitas opciones para elegir. No importa cuántas veces se haya visitado Tailandia antes, ya que siempre habrá algo nuevo por descubrir.
Viejo y nuevo Bangkok
Aunque no sea lo más atractivo del país, la visita a la capital resulta imprescindible. Una vez más, Bangkok, a orillas del río Chao Phraya, expresa la esencia de Tailandia, una perfecta simbiosis de lo antiguo y lo moderno. Capital de la nación desde 1782, Bangkok es a la vez punto de entrada al país y destino principal de la mayoría de los viajeros.
Alegre y exuberante, Bangkok ha apostado firmemente por el desarrollo y la modernidad. La primera impresión que recibe el visitante es la de un conjunto de torres de oficinas y hoteles internacionales que ofrecen confort y lujo, de centros comerciales para compras, de restaurantes que sirven las famosas especialidades picantes tailandesas y prácticamente todas las grandes cocinas orientales y occidentales y de diversiones anunciadas con luces de neón, donde la oferta varía desde la danza clásica a las discotecas más modernas.
Increíblemente en medio de este dinámico mundo moderno, Bangkok se las arregla para preservar en buena medida su herencia cultural. En sus dorados tejados rematados por las estilizadas agujas del Gran Palacio y en muchos de los históricos templos de la ciudad –con nombres tan evocativos como el Templo del Buda Esmeralda o el Templo del Amanecer–, al visitante se le ofrece la mejor imagen de las clásicas maravillas orientales. Y entre los monumentos y vistas panorámicas de Bangkok se encuentran también los tesoros artísticos y culturales que identifican al país y a sus gentes.
La influencia del pasado no se limita a los más importantes monumentos sino que sigue animando la vida cotidiana. Las hileras de monjes con túnicas de azafrán haciendo sus oraciones por la mañana temprano, por ejemplo, son una de las muchas escenas que apenas han cambiado en lo esencial con el paso del tiempo. El actual panorama de altísimos edificios únicamente añade atractivo a las escenas tradicionales y la ciudad continúa mostrando su propia imagen. Una de las propuestas de Politours permite disfrutar de 7 o 14 noches en la capital tailandesa con tiempo de sobra para conocerla a fondo.
Una escapada natural
La variedad es también la esencia de Tailandia y la belleza natural del país no se limita a playas e islas. Colinas, montañas, bosques, junglas, ríos y cataratas forman pintorescos paisajes, que ofrecen un refrescante contraste frente a la ciudad y a los complejos turísticos de las playas. La región más popular entre los visitantes son las colinas del Norte, una zona de bosques de teca y montes cubiertos de junglas, que esconde en las laderas de sus montañas pequeños valles secretos, cada uno de los cuales podría rivalizar con Shangri-La. En medio de este impresionante paisaje viven las tribus de las colinas, gentes semi-nómadas que siguen un estilo de vida independiente del resto del país. Buen ejemplo son las “mujeres jirafas” que estiran y adornan sus cuellos con interminables filas de aros dorados.
A pesar de que algunas partes del norte son salvajes y remotas, es fácil llegar a esta encantadora región. Chiang Mai, la segunda ciudad de Thailandia, situada en el corazón de esta zona, proporciona la base perfecta desde la cual explorar los alrededores. Aquí existe un amplio número de hoteles de todas las categorías, desde los más lujosos hasta casas de huéspedes. Por otro lado, se ofrecen numerosas excursiones de un día, así como safaris en todo terreno, recorridos en bicicletas de montaña o paseos en elefante.
Los amantes de la naturaleza también podrán disfrutar visitando los numerosos parques nacionales de Tailandia, donde se conservan la flora y la fauna propias del país. Los parques se pueden encontrar en todas las regiones e incluyen diversos hábitats. Quizás el más conocido sea el Parque Nacional de Khao Yai, al noreste de Bangkok, que cubre 2.168 kilómetros cuadrados de bosque, jungla y praderas, que se extienden sobre las ondulantes colinas. Es una zona maravillosa de gran belleza natural en cuyos límites se preservan diversas especies, entre ellas: osos, tigres, elefantes, monos, venados y muchas especies de pájaros y mariposas.
Descanso tropical
Como un perfecto complemento a las propuestas culturales, en Tailandia se pueden encontrar magníficos complejos turísticos de playa y bellísimas islas tropicales. El país ofrece más de 2.500 kilómetros de costa, generosamente salpicada de playas de arena, bahías rocosas, solitarias grutas e idílicas islas. Pero las costas de Tailandia ofrecen no sólo variedad de paisajes, sino también una gran diversidad de estilos de vacaciones para disfrutar de estos lugares. Y sea cual sea la elección, lo que permanece inalterable es el clima tropical y el sol a lo largo de todo el año.
Las principales regiones turísticas son, por un lado, las costas del este y del oeste del Golfo de Tailandia, y por otro, el profundo Sur, a lo largo de ambas costas del ismo de Kra. A tan sólo dos horas en coche al sureste de Bangkok se encuentra Pattaya, en la costa oriental del Golfo de Tailandia. Es un lugar lleno de animación y colorido, donde se combina la completa gama de posibilidades de entretenimientos y deportes acuáticos con una variedad de alternativas de ocio y diversión en tierra firme, asegurando así que nunca exista un momento aburrido, ni de noche ni de día. Con otro estilo, los complejos de Hua Hin y Cha Am, en la costa opuesta del Golfo, ofrecen un escenario más tranquilo para disfrutar del sol, del mar y de la playa.
Todavía más espectaculares son las playas del lejano Sur. Aquí, a lo largo de la costa suroeste, a una hora de vuelo de Bangkok, está la isla de Phuket, un auténtico escenario de costa tropical: inmaculadas playas de blanca y fina arena bordeadas por las claras y azules aguas del mar de Andamán, que tienen como telón de fondo un paisaje de ondulantes colinas y frondosa vegetación. Además de su belleza natural, aquí se encuentran algunos de los mejores complejos de playa de toda Asia. Muy cerca, en tierra firme, Krabi ofrece más playas cristalinas, escoltadas por bosques de palmeras y bordeadas de acantilados, mientras que en la orilla opuesta de la península se encuentra Samui. Menos desarrollado que Phuket, Samui ofrece la perfecta escapada a un mundo de robinsones, por supuesto con todas las comodidades de nuestros días.
Los mejores precios
Para ir a Tailandia lo mejor es confiar en un turoperador como Politours, gran especialista en el país que, además, ofrece precios muy atractivos y los únicos vuelos directos. Para este verano, desde el 30 de junio al 22 de septiembre con salidas todos los jueves, ha programado cuatro combinaciones para todos los gustos. Estancia en Bangkok durante siete o catorce noches con desayuno, incluyendo vuelos, traslados, visita al Palacio Real, seguro… desde 1.185 euros tasas incluidas, variando el precio según categoría de hotel elegida y fechas. Para los que prefieran un plan totalmente relajado, se propone una estancia en la maravillosa isla de Phuket, la “perla del Sur” en pleno mar de Andamán. Se incluye igualmente vuelos internacionales e interno, siete o catorce noches de alojamiento y desayuno en magníficos hoteles, traslados, seguro, etc. desde 1.415 euros para siete noches.
Una buena opción es combinar ambas estancias, Bagkok y Phuket durante 9 o 16 días, a partir de 1.435 euros para 9 días o solo 1.665 para 16 días. En ambos casos se incluyen los vuelos, traslados, alojamiento y desayuno, traslado, asistencia, seguro… Finalmente, quienes deseen conocer el país a fondo pueden elegir el tour “Tailandia al Completo” de nueve días/siete noches de duración visitando Bangkok, Ayuthaya, Khampeang Phet, Sukhothai, Lampang, Payao, Chiang Rai y Chiang Mai. El precio es a partir de 1.590 euros y se incluyen vuelos internacionales y domésticos, traslados siete noches de alojamiento y desayuno, cinco almuerzos y tres cenas, visitas, asistencia y seguros. Para una escapada ideal se puede añadir al final del recorrido siete noches adicionales en Phuket por un precio total de 2.180 euros.