Junto al resto del personal, promueven la detección precoz de pacientes vulnerables para ofrecer una respuesta adecuada
Los trabajadores sociales del Distrito Sanitario Bahía de Cádiz La Janda están desarrollando un Programa de Atención Estratégica, ante la situación de emergencia sanitaria y social por el coronavirus, con el objetivo de minimizar las situaciones de riesgo social y proporcionar el máximo bienestar sociosanitario de toda la ciudadanía y, especialmente, de los colectivos más vulnerables.
Estos profesionales buscan ofrecer así una respuesta organizada, inmediata y resolutiva, por lo que han pedido también al resto del personal del Distrito que se pongan en contacto con el trabajador social de su centro de salud, cuando detecten perfiles de riesgo sociosanitario, tales como personas mayores, discapacitadas y/o dependientes que vivan solas, no cuenten con apoyo familar y/o vecinal adecuado, tengan dificultades económicas y limitaciones para salir a adquirir alimentos y tratamientos farmacológicos o cuando existan indicios de sospecha en la claudicación de cuidados. Asimismo, esta acción va destinada a personas cuidadoras con sobrecarga, analfabetismo o falta de habilidades, conflictos con dependiente o familiares y/o ausencia de apoyos familiares; menores con enfermedades graves, problemas económicos en la unidad familiar, en familias con desajustes sociales o cuando existan sospechas de que sufra cualquier tipo de maltrato; mujeres víctimas de violencia de género; personas con hábitos adictivos; colectivos inmigrantes y minorías étnicas; y pacientes incluidos en proceso de Trastorno Metal Grave. Los trabajadores sociales señalan que con la correcta detección de estos pacientes, se ayuda poder realizar cuanto antes el estudio y abordaje de su situación y así poder cubrir su necesidades, entre las que se encuentran la información a usuarios y familiares de trámites y gestiones en periodo de confinamiento; el acceso a programas de alimentación; el seguimiento social programado ante dificultades e imposibilidad de comunicación del domicilio con el exterior, por ausencia de medios de comunicación (teléfono, internet, etc.) o débil red de apoyo social; la coordinación con los servicios sociales municipales, ONGs del municipio y demás instituciones; el asesoramiento sobre acceso y uso de recursos básicos para quedarse en casa, entre otros.