Juan Cejudo
Estos días la presencia de varias familias en las puertas del Ayuntamiento pone otra vez sobre el tapete el terrible problema de la vivienda en Cádiz.
Paro y vivienda son los dos problemas más importantes de la ciudad, junto con los servicios sociales, tan demandados en una ciudad castigada por estos dos gravísimos problemas y por un índice de envejecimiento que es el doble de otras poblaciones de la Bahía. También el problema terrible de las 150 personas aproximadamente que no tienen un techo y deben dormir en las calles un año más, con las lluvias del ya próximo invierno, con viento y con frío.
Según un estudio de Procasa en 2017, en Cádiz había unas 15.000 personas con problemas de vivienda. De ellas 7063 estaban censadas en Procasa en demanda de una vivienda pública.
Una cantidad que había aumentado considerablemente, pues en diciembre de 2012 había inscritos 3984 demandantes.
Sin embargo, me llama la atención que actualmente los inscritos en Procasa han descendido a 5.195 demandantes. ¿En dos años 2000 gaditanos han encontrado una vivienda pública? Cuesta creerlo porque muy poco se ha hecho en vivienda de dos años para acá. ¿Han dejado de inscribirse viendo la inutilidad de su inscripción? ¿Se han marchado de la ciudad? ¿Qué ha pasado para esta reducción tan notable de inscritos?
Alguna explicación tendrá que tener este descenso de 2000 inscritos en Procasa en estos dos años. Bueno sería saber por qué.
De todos modos el problema está ahí, a las puertas del Ayuntamiento, con esas familias desesperadas que exigen una solución para no tener que verse en la calle y sin duda habrá otras muchas que no se atreven a hacerlo pero que también tienen problemas muy graves.
Más grave el problema, cuando sabemos que en Cádiz hay 5.000 viviendas vacías muchas de ellas de entidades como Ayuntamiento, Junta de Andalucía o Fundaciones del Obispado.
Llama la atención el altísimo índice de demandantes de vivienda pública en Cádiz. Jerez, con una población el doble que Cádiz tiene sólo 4000 demandantes inscritos. Está claro que influye la falta de suelo, pero también es verdad que desde hace muchos años no se hace apenas nada en nuestra ciudad por parte de todas las administraciones para solucionar este gravísimo problema.
El problema además se ha agravado con la proliferación de viviendas turísticas. Según un estudio reciente en Cádiz hay 1509 viviendas turísticas, 31 cada mes se dedican a ellos con lo cual se reducen las posibilidades de poder encontrar pisos de alquiler para los gaditanos necesitados de vivienda.
Además ya sabemos que los propietarios hoy exigen una serie de garantías que muchísimas de estas personas no pueden responder (fianzas, avales, nóminas…) Es la administración pública, sobre todo la Junta y en la medida de lo posible el Ayuntamiento, quienes deberían implicarse a fondo y afrontar el problema con decisión. Y el obispado , por supuesto, debería dar ejemplo y ceder parte de sus pisos para familias necesitadas.
Desde aquí toda mi solidaridad con esas familias que, desesperadas acuden cada mañana a las puertas del Ayuntamiento pidiendo una solución para sus familias.