Rajoy ya ha advertido que sólo acepta algunas modulaciones pero que la Reforma Laboral no se cuestiona. La patronal se apunta a una nueva reforma laboral y quiere imponer la congelación salarial y la fijación de aumentos de sueldo empresa a empresa, donde sabe que la patronal tiene todas las de ganar. CCOO y UGT gesticulan, pero no parecen dispuestos a poner fin a la desmovilización que han impuesto y bajo la cual el Gobierno ha ido aplicando medidas contra los y las trabajadoras.
Los próximos presupuestos del estado vuelven a ser el momento para derrotar el plan de un gobierno en minoría parlamentaria y esto sólo será posible si desde abajo se impulsan las movilizaciones que exijan defensa de salarios y pensiones y defensa del sector público para atender las graves necesidades sociales.
La segunda de las urgencias, la primera en clave institucional y de régimen, es la agenda catalana. Continúa la cuenta atrás al Referéndum catalán anunciado para septiembre del 2017. La maquinaria judicial acelera los procedimientos contra los más de 400 cargos electos, parlamentarios, alcaldes y concejales. Por primera vez contra las acciones represivas del estado una movilización de cerca de 100.000 personas se manifestaban en Barcelona. La situación se tensa, y esto reduce los márgenes de maniobra de los dos gobiernos.
Rajoy intenta devolver el problema a un tema de financiación, recuperando las demandas que puso sobre la mesa Mas hace dos años y que nunca tuvieron respuesta. Puigdemont ya ha respondido que con esto no hay bastante.
El PNB forma gobierno con el PSOE con el compromiso de una reforma del estatuto de Gernika dentro del objetivo de una reforma constitucional federalista, pero este camino ya lo recorrió Catalunya en el desastre del Estatuto que fue el desencadenante del movimiento actual por la independencia. El PNB, que deja la puerta abierta hasta pactar con el PP en temas centrales, se dispone a cobrar sus servicios a la corona, como siempre ha hecho la burguesía. Sólo EH Bildu da apoyo al proceso catalán y pide que el País vasco tome el mismo camino.
Muy importante es que el SAT en Andalucía que apoya el derecho a la autodeterminación y preparan con otras fuerzas sindicales y políticas la movilización en Sevilla del 4 de diciembre, se movilice con el lema de Pan, trabajo y soberanía, por el derecho a decidir.
La solución al derecho de los y de las catalanas a la autodeterminación que niega la Monarquía no está sólo en la movilización del pueblo catalán para responder la represión del estado y a la vez evitar que el Gobierno catalán se eche atrás. Tan importante como esto será el movimiento de solidaridad que se sea capaz de generar en el resto del Estado. Y es que si Catalunya se libera del estado monárquico, se abrirá un camino para deshacernos de esta institución caduca e impregnada de franquismo. Nosotros defendemos la constitución de la República catalana, con plena soberanía, y desde esta libertad creemos que será posible una nueva ensambladura entre pueblos en una Federación de Repúblicas. Si por el contrario es el estado quien impone la represión y derrota la lucha por la independencia del pueblo catalán, será un retroceso en las libertades democráticas para todo el mundo, porque las medidas represivas serán extensivas contra otros colectivos que se enfrentan al sistema y al régimen.
Por eso es imprescindible la constitución de una plataforma de organizaciones y entidades en todo el estado contra la represión del proceso catalán, por el derecho de los pueblos a la autodeterminación. En Catalunya la respuesta contra cualquier encarcelamiento tendría que generar la convocatoria de una huelga general, y habría que impulsar movilizaciones en todo el estado.
Josep Lluís del Alcázar