
La primera jornada de la huelga del metal en Cádiz ha estado marcada por una tensión mayor de la esperada, según ha denunciado este martes el secretario general de FICA UGT en la provincia, Antonio Montoro. El sindicato responsabiliza directamente a la patronal del sector, la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Cádiz (Femca), del deterioro del clima social tras el estancamiento de las negociaciones del convenio colectivo.
“La jornada ha ido dentro de lo normal, de lo previsible, quizás un poco más tensa por culpa de la actitud de Femca en la jornada de ayer”, declaró Montoro, en alusión al encuentro celebrado el martes en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía (Sercla), que concluyó sin acuerdo.
Montoro ha acusado a Femca de ser “la única responsable de lo que pueda ocurrir en las calles de Cádiz, de la bahía y de la provincia”. Según explicó, “quiero que mi gente trabaje, pero también quiero que tenga un convenio nuevo, un convenio digno por el que estamos peleando”.
El desencuentro entre patronal y sindicatos
Las negociaciones entre patronal y sindicatos quedaron bloqueadas tras la negativa de los representantes empresariales a aceptar las principales demandas laborales. Una de las reivindicaciones clave es una subida de 54 euros mensuales para ciertos trabajadores que no cuentan con condiciones penosas o tóxicas en su puesto. “Es una verdadera vergüenza”, afirmó Montoro, quien lamentó que “no hay otro responsable” del conflicto que Femca.
Durante las conversaciones previas a la huelga, Femca planteó subidas salariales escalonadas y mejoras sociales, pero incluyó en su propuesta una nueva modalidad de contrato para personas sin experiencia, con salarios inferiores a los establecidos en el actual convenio. Esta condición fue rechazada de plano por los sindicatos, que consideran que supone una precarización laboral encubierta.
Nueva reunión en el Sercla este viernes
Está previsto que este viernes se reanuden las conversaciones en el Sercla con el objetivo de desbloquear la situación antes del lunes 23 de junio, fecha en la que comenzaría una huelga indefinida si no se logra un acuerdo. Montoro ha asegurado que están “dispuestos a sentarse” en cualquier momento, incluso durante el fin de semana, para evitar que el conflicto se prolongue.
“El día que sea, viernes, sábado o domingo. No queremos ni el día de mañana ni el día de la huelga indefinida”, insistió el dirigente sindical, quien también aseguró que “grandes empresas” del sector reconocieron “el error” en la negociación del martes y mostraron su disposición a volver a la mesa de diálogo.
El conflicto afecta al sector auxiliar del metal en toda la provincia de Cádiz, una industria clave para el tejido económico de la Bahía. Las protestas se han intensificado tras el fracaso de las negociaciones, y los sindicatos han advertido que no cederán hasta lograr un convenio colectivo “justo y digno”.