Una campaña de Consumo inspecciona medio millar de juguetes para las fiestas navideñas

Una campaña de Consumo inspecciona medio millar de juguetes para las fiestas navideñas con el objetivo de reforzar el control del etiquetado y la seguridad de los productos infantiles.

La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía ha puesto en marcha una campaña de inspección que prevé revisar cerca de medio millar de juguetes durante el periodo navideño, con el objetivo de garantizar que los productos destinados al público infantil y juvenil cumplen la normativa de seguridad y etiquetado vigente. La actuación se inició el pasado mes de mayo y se intensifica en estas fechas coincidiendo con el aumento de las ventas por la Navidad y la celebración de los Reyes Magos.

La campaña se desarrolla en todas las provincias andaluzas a través de los servicios provinciales de Consumo de las delegaciones territoriales de la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias. El principal propósito es comprobar que los juguetes que se comercializan en Andalucía cumplen tanto con las exigencias de información al consumidor como con los requisitos de seguridad establecidos en la normativa europea.

Las inspecciones se centran especialmente en el cumplimiento de la norma UNE-EN 71 sobre seguridad de los juguetes, que establece los criterios técnicos destinados a garantizar la protección de los menores. Esta norma regula aspectos como la resistencia y durabilidad de los materiales, la ausencia de piezas pequeñas que puedan provocar riesgos de asfixia, así como la inexistencia de bordes afilados, puntas u otros elementos peligrosos.

Según las previsiones de la Dirección General de Consumo, a lo largo de la campaña se inspeccionará el etiquetado de alrededor de 420 juguetes y se enviarán unas 55 muestras a laboratorio para su análisis. Estos ensayos permitirán determinar si los productos presentan algún riesgo para la seguridad de las personas consumidoras, especialmente para niños y niñas.

Los resultados de la campaña anterior, desarrollada en 2024, evidencian la importancia de este tipo de controles. En aquel ejercicio se realizaron 397 actuaciones inspectoras, de las que derivaron 92 actas positivas por distintos incumplimientos, lo que representó un 23% del total. Además, se remitieron 55 muestras a laboratorio, de las cuales 24 resultaron no conformes por problemas relacionados con el etiquetado o la seguridad.

Entre los incumplimientos más frecuentes detectados se encontraba la ausencia de la dirección de la entidad importadora en el juguete, el envase o la documentación que lo acompañaba. También se observaron irregularidades en el etiquetado de juguetes no destinados a menores de 36 meses, como la falta del símbolo gráfico de limitación de edad o de la advertencia correspondiente.

Otros fallos habituales estaban relacionados con un diseño incorrecto del símbolo de edad, advertencias poco visibles o ilegibles, ausencia de la palabra “Advertencia” o “Advertencias”, o la falta de información clara sobre las edades mínimas y máximas recomendadas antes de la compra. En algunos casos, las empresas no aportaron la declaración CE de conformidad cuando fue requerida.

Desde la Dirección General de Consumo se insiste en la importancia de priorizar la seguridad a la hora de adquirir juguetes, recomendando a las familias que reflexionen sobre la idoneidad del producto en función de la edad del menor. También se aconseja evitar juguetes que transmitan valores sexistas, violentos o racistas.

Los juguetes destinados a menores de 14 años deben llevar el marcado CE, que indica que el fabricante garantiza el cumplimiento de los requisitos legales de seguridad establecidos en la Unión Europea. En el caso de los videojuegos, se recomienda prestar atención al sistema de clasificación PEGI, que informa sobre las edades aconsejadas y los contenidos del juego.

La campaña de inspección forma parte de la estrategia de la Junta de Andalucía para proteger a las personas consumidoras y reforzar la seguridad de los productos infantiles durante unas fechas en las que el consumo de juguetes se incrementa de forma significativa.