Hoy me toca escribir un artículo fácil y a la par muy dramático. Muy sencillo porque bastan las cifras para justificar y fundamentar que el Partido Socialista tiene la obligación de implicarse en el gobierno de esta ciudad, de hacer valer sus capacidades y programa para tratar de aportar soluciones. Pero también muy dramático porque esas mismas cifras suponen el drama de muchas personas y de la ciudad en su conjunto. Hace unos meses, a finales del año pasado, Plan C presentó su diagnóstico de la ciudad. Se trata de un trabajo serio y riguroso en el que han participado más de doscientas ciudadanos de toda clase y condición en lo que es una labor importante de inteligencia colectiva. La presentación tuvo lugar ante el alcalde de la ciudad, el rector de la universidad y el delegado de gobierno de la Junta de Andalucía. Se trata de un diagnóstico cuya finalidad es que ayude a comenzar a resolver los muchos problemas que nos agobian a los gaditanos. En ese sentido lo traigo aquí, porque una coalición de gobierno municipal a la que se sume el PSOE debería de aumentar la eficacia y el compromiso del mismo.
Pero que sean las cifras y los datos quienes hablen. Cádiz tiene una de las tasas de paro más altas del país, por encima del 30%, cuando esto se le comenta a alguien de fuera se suele echar las manos a la cabeza, nosotros parecemos tristemente resignados. La mitad de los parados lleva más de un año en demanda de empleo. Ocho de cada diez parados no supera los Estudios Secundarios lo que nos enfrenta a un gravísimo problema educativo y de formación. Sólo uno de cada cinco hogares gaditanos puede decirse que se encuentre en integración plena, o sea sin mostrar algún tipo de indicadores de pobreza. El 22% de los mismos hogares se encuentra en situación de exclusión. Cuatro de cada diez gaditanos tiene muchas dificultades para llegar a final de mes. Las personas mayores son las principales cuidadoras de sus nietos y, no descubrimos nada nuevo, suponen el principal sustento económico de sus familias. Las mujeres cobran 4.813 euros menos al año que el hombre, el 76% del salario masculino. De la salida continua de población fuera de la ciudad en búsqueda de mejores condiciones de trabajo y de vida es que mejor no comentar nada, es una sangría constante. Y se nos van primero los más preparados.
A estas cifras desesperanzadoras habría que añadir un débil sector empresarial con una densidad de 68 establecimientos por cada 1.000 habitantes lo que nos sitúa no sólo en tasas más bajas que Europa y España sino también la más baja de Andalucía. La economía sumergida se calcula en un 29,3% por encima de la ya elevada media nacional española del 20%.
Podría seguir y seguir dando cifras y datos preocupantes y no parar. Conviene decir que el diagnóstico contiene también aspectos positivos y esperanzadores, no todo es malo. El problema es la falta de una dirección política y social clara que comience a trabajar en serio por la recuperación de la ciudad. Y es aquí donde el Partido Socialista tiene la obligación de aportar, de sumar, de remangarse y colocarse en una posición política más central, la que da el ser socio de gobierno. Dudo mucho que la oposición modelo perro del hortelano aporte nada a Cádiz ni al propio PSOE. La actual dirección política local a su constante debacle electoral suma la ausencia de voluntad para integrarse en el esfuerzo de levantar esta ciudad. Una razón más para que sea renovada con urgencia.