El doctor Carlos Trelles, especialista del servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, ha ofrecido varias soluciones «efectivas» para atender a las piedras en el riñón, una afección que puede padecer entre el 10 y el 15% de la población mundial en algún momento de su vida.
Una hidratación adecuada, controlar la alimentación para mantener una dieta equilibrada y establecer una rutina de ejercicio físico para evitar el sobrepeso y la obesidad, que aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad, son algunas de las pautas recomendadas por este facultativo de Quirónsalud en Los Barrios (Cádiz).
La litiasis renal, comúnmente conocida como piedras en el riñón o cálculos renales, es una afección que tiene lugar cuando se forman depósitos en el interior del riñón o en las vías urinarias, como ha explicado este centro médico en una nota.
«Los depósitos sólidos que provocan la piedra en el riñón están formados por minerales que se encuentran en la orina y que bajo ciertas condiciones pueden cristalizarse, formando una masa sólida. Así, los cálculos pueden variar en tamaño, desde milimétricos cristales que pasan desapercibidos hasta piedras de gran tamaño que pueden bloquear el flujo de la orina, provocar una obstrucción y causar un dolor intenso», ha detallado Carlos Trelles.
Sobre las piedras en el riñón ha advertido de que no solo es una enfermedad «dolorosa», sino que puede provocar «graves complicaciones si no son tratadas de forma oportuna». El tamaño y la composición de los cálculos renales, así como los síntomas que estén causando, son las variables que determinan cuál será el tratamiento a seguir.
En muchos casos, los cálculos pequeños se expulsan «de manera natural» incrementando la ingesta de líquidos y tomando medicamentos que relajan los músculos del uréter y la vejiga para facilitar la evacuación. En cambio, cuando las piedras tienen un mayor tamaño o causan obstrucciones es necesario recurrir al tratamiento quirúrgico, que es denominado como ureteroscopia.
Este procedimiento se realiza en el Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, localizando y eliminando el cálculo renal a través de las vías urinarias sin la necesidad de realizar cortes en la piel, generalmente bajo los efectos de la anestesia y actuando como un procedimiento «mínimamente invasivo», ha apostillado el doctor.
Las causas de la litiasis renal son «de diversa índole», pero en líneas generales están relacionadas en el desequilibrio en la composición de la orina. En palabras del urólogo del hospital de Palmones, entre los factores que contribuyen a esta afección están «la deshidratación, la falta de ingesta adecuada de líquidos, una dieta alta en sal y proteínas animales que pueden favorecer la formación de cálculos, o factores genéticos, especialmente si un familiar cercano ha sufrido previamente litiasis renal». También ha apuntado a «trastornos metabólicos con enfermedades como el hiperparatiroidismo que pueden provocar también la formación de piedras».
«Si no se tratan adecuadamente, los cálculos renales pueden provocar una serie de complicaciones relevantes para el paciente que lo sufre, donde la consecuencia más típica es el cólico renal, que es un dolor intenso, generalmente localizado en el costado en la parte baja de la espalda, que puede irradiarse hacia la ingle o el abdomen», ha señalado, añadiendo que esto ocurre cuando el cálculo «bloquea el flujo de la orina en algun punto del sistema urinario».
La litiasis renal también puede provocar infecciones por acumulación de bacterias en el sistema urinario o daños en los tejidos de los riñones con presencia de sangre en la orina. En casos más graves, puede causar daño renal «irreversible o incluso insuficiencia renal con la consecuencia de la pérdida del riñón», ha advertido el doctor Trelles.
A las personas que tienen antecedentes familiares de litiasis renal les ha recomendado una supervisión médica «de forma regular» con su urólogo de referencia, ya que puede presentar «una predisposición genética».
No obstante, para reducir el riesgo de padecerla, el urólogo ha comentado que existen «diversas medidas» que se pueden poner en práctica, como por ejemplo mantener una hidratación adecuada para prevenir la formación de cálculos –alrededor de 2-3 litros de agua diarios–, ya que «diluye la orina y disminuye la probabilidad de que los minerales se cristalicen».
Otro aspecto importante es controlar la alimentación para mantener «una dieta equilibrada», ya que «reduciendo el consumo de sal y proteínas animales, se ayuda a disminuir el riesgo de formación de cálculos». A esto añade que es «importante abusar de alimentos ricos en oxalato, como espinacas, chocolate o nueces y consumir cantidades adecuadas de calcio, ya que esto provoca una reducción de la absorción de oxalato en los intestinos».
Además, el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad, por lo que mantener este cuidado de la alimentación y establecer una rutina de ejercicio físico «ayudan también a prevenir las piedras en el riñón».