Aficionados, directivos y jugadores hacen cuentas a pocos días del clásico entre el Real Madrid y el Barça el próximo 23 de diciembre. Con una ventaja de 11 puntos y un partido más jugado por parte de los azulgranas puede ser el encuentro decisivo para marcar el devenir de la Liga.
Naturalmente una de las preocupaciones de los aficionados, además de qué piernas marcarán más goles, es si Cristiano tendrá algún encontronazo con Piqué o si Sergio Ramos frenará con ímpetu algún avance de Messi. Pero más allá de las posibilidades de sortear a los defensas y marcar gol, para algunos el temor es que cualquiera de los dos únicos ganadores en el mundo de 5 Balones de Oro se pueda lesionar. Las piernas de estos futbolistas, y de otros muchos deportistas, tienen un alto valor y los clubs arriesgan millones de euros si no se protegen ante esa posibilidad.
Curiosamente, según la información analizada por Acierto.com, compañía líder en comparación y contratación de seguros de salud, en base al importe asegurado, las piernas de Cristiano Ronaldo valdrían el doble que las de Leo Messi.
Concretamente y aunque no se tienen las cifras exactas, todo indica que el Real Madrid habría contratado una póliza con una indemnización de 100 millones de euros para proteger las piernas del portugués ante una lesión que le impidiera seguir jugando, mientras que las piernas del argentino estarían aseguradas por una cifra más discreta: 50 millones de euros.
Florentino Pérez tiene experiencia en asegurar a sus estrellas desde la época de los «galácticos». Según han podido confirmar los expertos en seguros de salud de Acierto.com, el futbolista inglés David Beckham fue asegurado por 100 millones de libras (casi 150 millones de euros) en 2006, lo que habría sido el seguro más alto de un futbolista en la historia.
Zinedine Zidane también tenía un seguro por algo más de 75 millones; Raúl González Blanco por unos 70 millones, y el mítico portero Iker Casillas tenía su particular seguro, pero no de sus piernas, sino de sus manos. Las tenía aseguradas nada menos que por 7,5 millones de euros cada una y cubiertas ante accidentes sufridos realizando cualquier actividad, tanto en el ámbito privado como en el profesional, las 24 horas del día y en cualquier lugar del mundo.
El último en añadirse a la lista de millonarios seguros fue Gareth Bale, con una póliza de 91 millones. En la práctica, la mayoría de los jugadores de los grandes clubes tienen algún seguro y la prima suele ser de entre el 0,5% y el 4% de sus ingresos anuales. Normalmente, una única aseguradora no cubre el riesgo íntegro de una póliza de estas características si supera los 15 millones de euros, sino que lo suscriben entre varias de ellas para repartir el riesgo.
Para calcular la prima, las entidades no solo tienen en cuenta las lesiones que haya tenido el jugador, su puesto en el campo, el número de partidos que disputará cada temporada, su edad y constitución física, sino que analizan con especial detalle sus hábitos en busca de posibles causas de lesión futuras, su vida fuera de los entrenamientos, otros deportes que practica e incluso cuáles son los coches que conduce, etcétera. Finalmente, cada aseguradora se queda con una participación del seguro y se hace cargo del tramo de la indemnización que tendría que pagar en caso de que el futbolista sufriera un accidente o tuviese una lesión que le impidiera volver a jugar.
En el último Campeonato Mundial de Fútbol las selecciones de Alemania, España e Inglaterra fueron las que cubrieron las pólizas más altas. En total, asegurar las piernas de los 736 jugadores que participaron en el Mundial habría costado unos 7.700 millones de euros; y en el próximo Mundial de Rusia esa cifra podría ser muy superior.