El titular de Economía destaca en el Parlamento el acuerdo con rectores para un inicio de clases en modalidad presencial, la creación de un órgano de coordinación o la realización de test serológicos a profesores y personal de administración
El consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, Rogelio Velasco, ha defendido en Comisión Parlamentaria que Andalucía “ha ido por delante” en la adopción de las medidas de prevención que se han recomendado desde el Gobierno central para el inicio del nuevo curso universitario 2020/2021 y para ello ha desgranado las diferentes iniciativas impulsadas desde el pasado mes de junio. Entre ellas ha apuntado el acuerdo marco con los rectores de las universidades públicas andaluzas que establece el arranque de las clases en la modalidad presencial, la elaboración de una guía preventiva para atender la docencia presencial, la creación de un órgano de coordinación para seguir y evaluar la evolución de la pandemia en las aulas o la realización de pruebas serológicas al profesorado y al Personal de Administración y Servicio.
En su intervención, Velasco ha subrayado que la coordinación en esta coyuntura marcada por la crisis sanitaria del COVID-19 “es esencial para mantener la cohesión, solidez y calidad que caracteriza al sistema andaluz de universidades”.
El titular de Economía ha recordado que el pasado mes de junio el Ejecutivo autonómico acordó con los rectores que el curso comenzara con una enseñanza mixta, dando preferencia a las clases presenciales, que se complementarán tanto con enseñanza online (sesiones síncronas) como con actividades formativas virtuales. Al respecto, ha insistido en que la prioridad es alcanzar “la máxima presencialidad posible en la docencia, garantizando la seguridad de toda la comunidad universitaria pues se reconoce el valor formativo añadido que tiene frente a la enseñanza en remoto, especialmente en el caso de las prácticas”.
También se ha referido a la aprobación a principio de julio, y a su remisión posterior a las instituciones académicas, de una guía de recomendaciones elaborada por la Consejería de Salud y Familias para atender al desarrollo de las actividades presenciales este año con el fin de que éstas elaboraran sus respectivos protocolos de prevención, protección y vigilancia.
La ‘Guía de referencia para la elaboración del Plan de Prevención, Protección y Vigilancia COVID-19 para las Universidades de Andalucía’ se está actualizando con la normativa de la Consejería de Salud y Familia aprobada con posterioridad y con las últimas recomendaciones de los ministerios de Sanidad y Universidades, dadas a conocer en la reunión del pasado 31 de agosto en la comisión delegada de la Conferencia General de Política Universitaria.
Los principios básicos que recoge este documento hacen referencia, según ha detallado, a medidas de prevención personal (higiene de manos, mascarillas higiénicas obligatorias o la distancia interpersonal, etc.), limitación de aforo de todos los espacios al 50%, limpieza y ventilación, así como gestión de casos. En este último aspecto, ha explicado que “se describe detalladamente cómo deben gestionar los centros la existencia de un caso sospechoso o confirmado y se recomiendan mecanismos para facilitar el rastreo de los contactos estrechos de los estudiantes que hayan confirmado el contagio por COVID-19”. Además, el consejero de Economía ha asegurado que, en la prevención y gestión de casos, “los centros contarán con el apoyo y disposición de los servicios de epidemiología de las Delegaciones Territoriales de Salud y Familias, así como de los epidemiólogos referentes de los distintos distritos sanitarios”. “Esta guía y los protocolos elaborados por las instituciones académicas, están abiertas a actualizaciones según lo requiera la normativa sanitaria que se apruebe en razón de la evolución de la pandemia”, ha añadido.
Las universidades andaluzas han trabajado durante el mes de agosto en trasladar las medidas de la guía a sus protocolos, que están siendo remitidas al Ejecutivo autonómico para su validación, trámite que se completará de forma inminente. Una vez aprobados, cada universidad deberá hacer público dicho documento.
En estos protocolos, se recomienda, en general, mantener la ocupación máxima del 50% en las aulas. En los casos en que se supere ese aforo se plantean varias alternativas. Una de ellas apunta a turnos rotatorios de clases presenciales entre distintos subgrupos organizados alfabéticamente, permitiendo que el grupo que no esté presente pueda seguir la clase por videoconferencia. En otros casos, se señala la posibilidad de utilizar “aulas espejo”, en las que se retransmite la clase que se imparte presencialmente en otro espacio, con posibilidad de intervención de los estudiantes por medios telemáticos; o incluso, impartir clases magistrales online. Para las prácticas, seminarios y talleres se optará por grupos reducidos de docencia presencial.
Además, en los protocolos se incluye la creación de un equipo COVID-19 en cada centro, que tendrá contacto directo con los servicios sanitarios. Será el encargado de detallar las medidas concretas a desarrollar, atendiendo a las directrices sanitarias de distancia interpersonal, uso de mascarillas, aforo, limpieza y ventilación, así como de gestionar los posibles contagios detectados.
Por otro lado, Rogelio Velasco ha apuntado que en la reunión mantenida ayer con los rectores se ha propuesto la creación de un órgano de coordinación para seguir, analizar y evaluar la evolución y el impacto de la pandemia en las aulas.
Velasco ha puesto de manifiesto que el nuevo órgano “establecerá los criterios de salud pública que justifiquen cualquier decisión académica en el caso de que se agraven las condiciones sanitarias, siguiendo las recomendaciones de los ministerios de Sanidad y de Universidades”.
En este encuentro, el responsable de Economía ha informado de que la Junta ha ofrecido a las universidades la realización de estudios serológicos al profesorado y al Personal de Administración y Servicios (PAS).