Zahara de los Atunes muestra una ola de solidaridad con los evacuados por el incendio de Tarifa
Vecinos y voluntarios acogen y apoyan a más de 400 personas desalojadas, ofreciendo refugio, alimentos y ayuda durante la emergencia

El pueblo de Zahara de los Atunes, en Barbate (Cádiz), se ha volcado con los más de 2.000 evacuados que tuvieron que abandonar sus viviendas y hoteles debido al incendio declarado en el paraje Sierra de la Plata en Tarifa.
Desde el lunes, la comunidad local ha mostrado una solidaridad ejemplar en una jornada marcada por la incertidumbre y la preocupación entre los afectados. Más de 300 personas fueron atendidas durante la noche en el CEIP Miguel de Cervantes, centro habilitado como punto de acogida, mientras que otros 100 evacuados encontraron refugio en la iglesia del Carmen, aunque esta ya se encuentra vacía, según confirmó el consejero de Presidencia, Antonio Sanz.
La respuesta vecinal ha sido diversa y activa. Habitantes del pueblo abrieron sus casas para acoger a los desplazados, y otros colaboraron repartiendo agua y alimentos. Entre ellos, una joven turista local dedicó la mañana a repartir desayunos y agua, mientras un trabajador del campo de fútbol, impedido de trabajar por la situación, se unió voluntariamente a las labores de apoyo.
Pilar Solís, responsable de comunicación de Cruz Roja en Cádiz, destacó la “increíble” solidaridad de Zahara y explicó que la asistencia cubrió a una población diversa, que incluye familias, personas mayores, niños pequeños, turistas y grupos de amigos. “Zahara es verano concentrado en el patio de un colegio”, afirmó.
En total, Cruz Roja atendió a 470 personas durante la noche, repartiendo 870 mantas y movilizando un dispositivo formado por siete vehículos, entre ellos dos camiones y tres todoterrenos.
Este martes, una parte de los desalojados ha podido regresar a sus hogares tras ser autorizados, mientras que Cruz Roja continúa asistiendo a personas con movilidad reducida para facilitar su regreso. Además, ante las altas temperaturas, se están ofreciendo recomendaciones para quienes se desplacen a pie, incluyendo la necesidad de llevar agua fría, protección solar y caminar por zonas frescas como la playa para evitar el asfalto.
Entre los evacuados hay tanto turistas como residentes con segunda vivienda en la zona de Atlanterra, quienes vivieron con miedo la proximidad de las llamas a sus propiedades. La incertidumbre sobre el control del incendio fue alta debido al fuerte viento de levante que dificultaba las labores de extinción.
A pesar de la difícil noche, el ambiente general fue de apoyo mutuo y esperanza, reflejando el compromiso del pueblo de Zahara con sus vecinos y visitantes en momentos de crisis.