Agentes de la Policía Nacional pertenecientes a la Unidad de Prevención y Reacción han desmantelado dos puntos de venta de drogas tras poner en marcha dos dispositivos en la Barriada de San Telmo en Jerez de la Frontera (Cádiz).
Según ha explicado la Policía Nacional en una nota, durante varios días procedieron a establecer un dispositivo en varios puntos de la barriada los cuales eran objeto de quejas y denuncias por parte de los vecinos. Dos personas de 59 y 57 años de edad han sido detenido como presuntos autores de un delito contra la salud pública.
En el primero de ellos los agentes observaron un vehículo con dos individuos en su interior que huyó de forma rápida de una de las plazas del barrio al percatarse de la presencia policial, y tras interceptarlo a poca distancia procedieron a identificar a los ocupantes.
Justo en el momento de la identificación los agentes observaron como el situado en el asiento del copiloto sacó algo de su bolsillo derecho depositándolo en el lateral del vehículo para después introducir la mano en la cinturilla del pantalón, sacar un objeto de color negro y sostenerlo en su mano.
Al proceder bajar del vehículo al ser requerido por uno de los policías aprovechó la apertura de la puerta para arrojar el paquete que portaba en su mano al suelo, siendo observado por una agente integrante del operativo y pudo recuperar. Tras su plena identificación se pudo comprobar que lo oculto en el lateral del coche eran varios billetes arrugados y moneda fraccionada, concretamente 135,09 y el paquete arrojado al suelo con 35 papelinas de una sustancia, al parecer cocaína, con un peso total de 14,45 gramos.
El segundo dispositivo tuvo lugar tres días después en el mismo barrio. Al realizar varias batidas por la zona, observaron a un grupo de cinco o seis personas de los cuales un varón de mediana edad portando dos botes en ambas manos, al darse cuenta de la presencia de los uniformados mostró una actitud huidiza abandonando el lugar. Los agentes se dirigieron hacia el grupo y en ese momento emprendió la huída a la carrera.
En el transcurso de la persecución, los policías observaron como arrojó los dos botes que portaba en las manos al interior del recinto de la Parroquia de San Pablo, quedando uno de los funcionarios en el lugar para recuperar los objetos, siguiendo los demás en la persecución. Tras alcanzarlo unos minutos después, se procedió a su identificación y cacheo, interceptándole varios billetes pequeños y moneda fraccionada en el interior de su pantalón.
Posteriormente, y en su presencia, se procedió a la apertura de los botes que arrojó uno 13 trozos de hachís y 57 trozos de la misma sustancia en el otro, resultando un total de 70 «posturas» cortadas para su venta.