La actividad de donación y trasplante en el mundo sufrió un importante descenso el pasado año como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Esto es lo que se desprende del último informe del Registro Mundial de Trasplantes que gestiona la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) desde hace 15 años como centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sus datos se recogen anualmente en la «Newsletter Transplant» del Consejo de Europa, que en breve estará publicada en la web de la Organización Nacional de Trasplantes.
Según el Registro Mundial, en 2020 se efectuaron 122.341 trasplantes en los 82 países que han participado en esta edición de la «Newsletter Transplant». De ellos, 76.397 fueron trasplantes de riñón (30% de donante vivo), 30.275 de hígado (18% de donante vivo), 7.840 de corazón, 5.765 de pulmón, 1.910 de páncreas y 151 de intestino. Estos trasplantes fueron posibles gracias a 34.739 donantes fallecidos, a los que se suman 28.635 donantes vivos (23.153 de riñón y 5.482 de hígado). La actividad mundial de trasplantes se redujo en un 18% con respecto a 2019. El trasplante cardíaco fue el que mejor resistió el envite de la pandemia, con un 8% de descenso. El número de donantes fallecidos disminuyó un 13%, mientras que el de donantes vivos lo hizo en un 32%.
Esta disminución en la actividad, común a la mayoría de países del mundo, ha sido consecuencia de la pandemia de COVID-19. El colapso de los sistemas sanitarios y la saturación de las unidades de cuidados intensivos en las sucesivas olas de la epidemia justifican el descenso de una actividad muy dependiente de la disponibilidad de recursos de críticos. La incertidumbre sobre el impacto de la infección en el paciente trasplantado al comienzo de la pandemia también explica esta disminución por una reticencia inicial a trasplantar en un entorno de transmisión comunitaria sostenida. La disminución global de la actividad se produjo fundamentalmente durante la primera ola de la COVID-19, con una posterior recuperación de los programas en la mayoría de países.
Pese a la pandemia, la donación en asistolia o en parada cardiaca se ha mantenido activa en los 22 países que cuentan con este programa, de acuerdo con los datos disponibles en el Registro Mundial. La donación en asistolia constituye una importante vía de expansión de la donación de personas fallecidas. España es el país del mundo con la tasa más elevada de donantes en asistolia. De hecho, este tipo de donación en nuestro país representa el 37% de los donantes en asistolia del conjunto de la Unión Europea (UE).
A pesar de los efectos de la crisis sanitaria, España se mantiene en 2020, y ya son 29 años de manera consecutiva, como líder mundial en donación, con una tasa de 38 donantes por millón de población (p.m.p). El Registro Mundial de Trasplantes trabaja con la población del Fondo de Naciones Unidas, lo que explica la discreta diferencia entre esta tasa y la publicada a principios de año por la ONT con población del Instituto Nacional de Estadística.
El Registro Mundial refleja también la importante contribución española a la donación de órganos: nuestro país aportó el pasado año el 19% de las donaciones de órganos de la UE y el 5% de las registradas en el mundo, pese a que España apenas representa el 9% de la población europea y el 0,6% de la mundial. Es más, pese al descenso de la actividad española por la pandemia, las cifras registradas por nuestro país en 2020 fueron muy superiores a las de cualquier otro país del mundo durante los años previos a la crisis sanitaria. Estos datos muestran la capacidad de resistencia y de recuperación de nuestro sistema de trasplantes en un entorno epidemiológico de gran complejidad.
En lo que respecta a la actividad trasplantadora, España alcanzó una tasa de 94,6 trasplantes p.m.p en 2020, una cifra que sólo superó Estados Unidos, con 120,6 trasplantes p.m.p, en parte debido a su importante actividad trasplantadora de donante vivo.
España, timón de la Unión Europea
Los efectos de la pandemia también han sido patentes en la actividad de donación y trasplante registrada en la UE. Con 9.447 donantes y una tasa de 18,4 donantes fallecidos p.m.p, en la UE se efectuaron el pasado año 28.212 trasplantes de órganos, lo que corresponde a una tasa de 55 trasplantes p.m.p. Al igual que en el resto del mundo, el descenso en donación y trasplante ha sido de un 18% en la Comunidad Europea, tras unos años de aumento progresivo de la actividad.
La evolución de la actividad en la UE a lo largo de los últimos años:
Los países de la UE con mayor tasa de donación y trasplante son los siguientes:
En cuanto a la lista de espera, a fecha de 31 de diciembre de 2020, el número de pacientes en espera para el trasplante de un órgano en la UE se elevó a 57.717. Según estos mismos datos, en la UE cada día fallecieron 11 pacientes a la espera de un trasplante.
Actividad en otros países
En Estados Unidos, la tasa de donación de personas fallecidas ha aumentado hasta alcanzar los 38 donantes p.m.p, con un total de 12.588 donantes fallecidos. Es uno de los pocos países en los que la donación de personas fallecidas no ha descendido durante la pandemia. A ello ha contribuido, como en años previos, la dramática epidemia de fallecimientos por el uso de drogas por vía parenteral en este país. Sin embargo, la donación de vivo se redujo en un 23% y la actividad de trasplante en un 2%, en comparación con 2019.
Australia y Canadá, países que en los últimos años habían experimentado una mejoría de sus niveles de actividad tras incorporar elementos del Modelo Español de Trasplante, también han sufrido retrocesos por la pandemia. Con tasas de 18,3 donantes p.m.p en Australia y 19,5 donantes p.m.p en Canadá en 2020, su descenso ha sido del 16% y del 11%, respectivamente.
América Latina, con quien España colabora desde hace 15 años a través de la Red/Consejo Iberoamericano de Donación y Trasplante (RCIDT) tanto en materia de asesoramiento en gestión, como en formación de profesionales en coordinación de trasplantes, también se ha visto muy afectada por la crisis sanitaria que obligó a detener o ralentizar los programas de trasplantes en varios países. Aunque la pandemia por la COVID-19 ha impactado especialmente a esta región del mundo, en 2020 han registrado 6,8 donantes p.m.p, lo que ha permitido realizar 11.094 trasplantes. Entre los países que mejor han resistido el envite del virus destaca Uruguay, con 18 donantes p.m.p. A este país le siguen Brasil (14,2 p.m.p.) y Argentina (9,8 p.m.p).
El Registro Mundial de Trasplantes, la fuente más veraz
En el último año se han incorporado a la «Newsletter Transplant» países de otras regiones del mundo como Albania, Kenia o Pakistán. Ya son 82 los estados que han facilitado sus datos para esta nueva edición. Con ello se refleja que, a pesar de las dificultades, la mayoría de países se han esforzado por mantener y proteger sus programas de donación y trasplante. Y no solo eso, sino que han reforzado su compromiso con el Registro Mundial de Trasplantes y han facilitado sus datos de actividad para que esta entidad se consolide como la principal fuente de información en la materia.
Los datos internacionales ratifican el liderazgo mundial de España en este campo. En nuestro país se registraron el pasado año 1.777 donantes fallecidos y 270 de donantes vivos, lo que permitió realizar 4.427 trasplantes. En total se efectuaron 2.702 trasplantes renales, 1.034 hepáticos, 278 cardíacos, 336 pulmonares, 73 de páncreas y 4 intestinales.
La edición de 2021 de la «Newsletter Transplant», publicación oficial de la Comisión de Trasplantes del Consejo de Europa, estará disponible en la página web de la ONT (www.ont.es) en los próximos días. Los datos de actividad también se pueden consultar en el Observatorio Global de Donación y Trasplante (http://www.transplant-observatory.org/).