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Jue. Nov 21st, 2024

El Ballet Flamenco de Andalucía da alas a ‘El maleficio de la mariposa’ de Lorca

La compañía andaluza indaga en la danza a través de la primera obra teatral del poeta granadino

El Ballet Flamenco de Andalucía, bajo la dirección artística de Úrsula López, pondrá en escena en el XXVI Festival de Jerez ‘El maleficio de la mariposa’, inspirado en la obra homónima de Federico García Lorca, mañana miércoles 2 de marzo en el Teatro Villamarta, escenario principal de la muestra. En el mismo espacio -jueves 3 de marzo- podrá verse el estreno del nuevo montaje de Antonio Molina ‘El Choro’ que lleva por título ‘#SiDiosKiere’, con la dirección de Juan Dolores Caballero, donde el bailaor onubense mezcla lo tradicional con lo contemporáneo.

En cambio, Rosario Toledo -junto al pianista Javier Galiana y la chelista Alba Haro- moldea su baile al ritmo de los diferentes ecosistemas de las playas en los Museos de la Atalaya, dentro del ciclo ‘Muy Personal’. De ahí que ‘Playeras’ sea el título de su propuesta, bajo la dirección artística de Pedro G. Romero.

“Aquí se explora, se fija y se da esplendor a las coreografías, danzas y bailes que Federico García Lorca trabajó, vio o pudo ver, tentar, atisbar, comprobar a lo largo de su vida y en su muerte misma”, aseguró Úrsula López, directora artista del BFA. Por tanto, ‘El maleficio de la mariposa’ no es una obra lorquiana en un sentido estricto, sino un reflejo de lo que el poeta vivió en torno al baile de mujer. De ahí que se le haya añadido el subtítulo de ‘Mujeres, danzas y bailes en tiempos de Federico García Lorca’.

Esta primera obra teatral escrita en verso por Lorca supuso un gran fracaso para el autor. ‘El maleficio de la mariposa’ es una parábola que encierra un drama profundamente humano que el público de la época no supo entender. De ese debut, que tuvo lugar en 1920, cuentan las crónicas que sólo se ‘salvó’ La Argentinita, que interpretó el personaje de la mariposa.

Sin embargo, el BFA da alas esta obra dramática de Lorca desde una perspectiva más amplia, como una indagación sobre las danzas existentes en esos primeros años del siglo XX. Y en este abanico histórico están, obviamente, las danzas en las que participó de una u otra forma el poeta granadino -La Argentina y La Argentinita-, pero también “aquellos bailes que se le escaparon”, afirmó Úrsula López. Entre ellos, figuran los protagonizados por Carmen Amaya o Martha Graham.

Un reto inusual

“Lo que presentamos es sencillo y un reto que no suele encararse”, indicó la directora artística del BFA. El sonido, la escenografía y el vestuario son del siglo XXI. Sin embargo, los bailes y danzas que se muestran corresponden a aquel periodo histórico, puesto que “hemos querido ser rigurosos y fieles. No hay mudanzas inventadas, ni zapateados a destiempo, ni braceos impropios”, añadió.

A este respecto, los integrantes de la compañía se consideran “anacronistas, capaces de mostrar varios tiempos a la vez, pero nunca anacrónicos”. Así las cosas, desde la consideración del baile como “un bien intangible”, para el BFA, la recuperación del pasado se convierte, como decía Enrique Morente, “en un andar hacia atrás para coger impulso, para saltar más adelante todavía”.

Y ese salto hacia adelante, a modo de reinterpretación de la trayectoria vital de Lorca y la reconstrucción de coreografías históricas, se ofrece al espectador a través de tres pregones: Pregón de las naranjas de Antonio El Divino, Pregón de las brevas de Anastasio Ruiz y Pregón del Zarapico del Niño de las Moras. Sin embargo, también se incluyen algunas danzas recuperadas como es el caso de La Cachucha de Fanny Essler. Además, la obra contiene otros simbolismos propios como los acordes musicales de Falla y Bizet y el cancionero de Lorca, a modo de ejemplo.

Úrsula López destacó lo interesante que ha sido el proceso de creación de este montaje y calificó como “necesidad contemporánea la recuperación de la tradición”. “Es una forma de ser moderno”, precisó.

Como “un paso hacia adelante” en su carrera artística llega Antonio Molina ‘El Choro’ al XXVI Festival de Jerez, un certamen donde ha sido Premio Revelación y vio la luz su primer espectáculo como titular de una compañía. En el Teatro Villamarta el jueves día 3 de marzo estrenará ‘#SiDiosKiere’, “una reflexión sobre la aportación del flamenco en su vida”, en palabras de Juan Dolores Caballero, director escénico de este montaje, “vista desde la alegría y la nostalgia placentera”.         A su juicio, este espectáculo “va a servir para aventurar al espectador en la trastienda del alma del artista”. En cualquier caso, un recóndito espacio donde predomina la alegría.

En ‘#SiDiosKiere’ El Choro mezcla la pureza y la heterodoxia flamenca en su baile como si fueran dos almas gemelas. Sobre el escenario estará acompañado por las guitarras de Eduardo Trassierra y Juan Campallo, el cante de Jesús Corbacho y Jonathan Reyes, con Paco Vega a la percusión y Francisco Roca en los instrumentos de viento. Todo está al servicio de ese objetivo que se ha marcado el bailaor de “disfrutar” y que, en ese contexto luminoso desde todos los puntos de vista, “el público salga con esa alegría en el cuerpo” al finalizar su actuación.

En esa tónica se mostrará el baile de El Choro por alegrías, bulerías, caña (con coreografía de Jesús Carmona) y, por supuesto, fandangos de su tierra onubense.

Playas como inspiración

“Todo arranca porque había escrito una música inspirada en diferentes playas”, señaló Javier Galiana. El pianista grabó un disco con la chelista Alba Haro y, viendo que estas composiciones podrían ser bailadas, pensaron en Rosario Toledo. Una propuesta escénica que no se basa en la translación musical del disco, puesto Rosario Toledo y Pedro G. Romero, director artístico, cogieron este material grabado y construyeron un relato. “La verdad es que Javier ha sido muy generoso y nos ha dejado hacer”, indicó Rosario Toledo, hasta el punto de configurar un espectáculo con tres partes. La primera se centra en las playas de fuera de la provincia; un segundo tramo más dramático expone el contexto exterior de las playas; y un último cuadro conduce el baile de Rosario Toledo hacia el litoral gaditano.

La puesta en escena está más en consonancia con el formato de un trío de jazz. Sin embargo, en ‘Playeras’ los tres protagonistas tratan de “construir un lenguaje propio para comunicarnos y enriquecernos”, aseguró la bailaora. En su caso, la estética flamenca está “muy presente”, aunque se ha dejado llevar por el abanico musical que proponen Javier Galiana y Alba Haro en escena, no exento de ciertas dosis de improvisación.

“Hemos encontrado un paisaje común, que me permite bucear -en el sentido de profundizar- y no dejo de flotar, parar o chapotear”, confesó Toledo. A su juicio, este ‘Playeras’ es “un viaje muy diverso, donde está presente la playa, el mar, la tierra”. “Ahí está todo”, sentenció.

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