Si las semifinales infantiles tuvieron un nivel de calidad alto, no ha sido así con las juveniles, al menos el primer día. Abrió la sesión la chirigota de Dos Hermanas ‘Los guasones‘, que debutaban en la categoría juvenil. Con un tipo muy conseguido y un repertorio aceptable sin llegar a ser brillante cumplieron las expectativas que se esperaba de ellos.
Les siguió ‘El peregrino errante‘, comparsa de El Puerto de Santa María que el año pasado no obtuvieron el pase a la Gran Final. Este año lo van a seguir teniendo complicado porque además de por la calidad del repertorio, bastante cortito, el grupo no está lo suficientemente trabajado y no suena bien, desafinando frecuentemente.
Los gaditanos de ‘Un cuarteto con mucho rollo‘ no consiguieron elevar el nivel de la tarde y pasaron sin pena ni gloria por las tablas del teatro.
Llegaba el turno de los dos únicos coros de la categoría, que fueron con diferencia lo mejor de la semifinal. El primero en actuar fue el coro viñero ‘Un sueño hecho tango‘, que cerró la primera parte. Un coro que como no podía ser de otra manera sonaba a Viña y que, como anécdota, contaba con el debú de la tercera generación de una estirpe de grandes coristas, nieta de José Luis Sánchez del Pino ‘El Veneno’ e hija de Carlos Sánchez. Un coro que merecerá la pena volver a escuchar en la final.
Después del descanso salía a escena ‘El reflejo‘, segundo coro de la tarde que el año pasado obtuvo el segundo premio con ‘Valhala’. El coro de Amor de Dios no defraudó demostrando que incluso en la categoría adulta harían un buen papel. La puesta en escena, el tipo, las voces, el repertorio… un coro redondo, en definitiva.
Defraudó el cuarteto de El Puerto de Santa María, ‘Las cosas claras‘, que el año pasado se llevaron el segundo premio pero en esta ocasión estuvieron a punto de acabar con la paciencia del escaso público que seguía en el teatro en ese momento.
La comparsa chiclanera ‘Tan dulce como la miel‘, cuarto premio del año pasado, consiguió elevar el nivel de la sesión aunque ya apenas quedaban espectadores. Es duro cuando se trae una agrupación de calidad como esta encontrarse un patio de butacas desangelado, pero dieron la talla. Una comparsa bien cantada y con un buen repertorio que seguramente veamos de nuevo en la Gran Final.
Cerró la sesión la chirigota gaditana ‘Los kamaleones‘, una chirigota desenfadada con algunas dosis de poca vergüenza pero de altísima calidad. El mejor cierre posible para una sesión con claros y oscuros.