El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) ha presentado, en relación a la elaboración del Plan Hidrológico Guadalete-Barbate (Cádiz), una serie de alegaciones porque «la elaboración de los Planes Hidrológicos de las Cuencas Andaluzas son un momento adecuado para alcanzar una concepción sostenible del agua», por lo que han abogado «por cambiar el actual modelo, basado en garantizar la demanda de agua, por otro que se base en gestionar la oferta con criterios de sostenibilidad, sensibilizar a las personas sobre frenar la demanda ilimitada de agua, de tal manera que su gestión sea un verdadero elemento de vertebración social, económica, demográfica y ambiental».
Según ha informado el sindicato en una nota, CCOO ha exigido «reforzar los insuficientes recursos humanos y técnicos que dispone la administración andaluza para gestionar de manera adecuada esta demarcación hidrográfica», al igual que ha demandado «un plan de inversiones realistas en el mantenimiento de las redes de distribución y la finalización de la red de depuración de aguas residuales».
El secretario de Medio Ambiente de CCOO de Andalucía, Emilio Fernández, ha puesto en valor el agua como «un bien indispensable para garantizar un desarrollo humano justo y equilibrado»; y ante ello ha reclamado «que se garantice una mejor gestión sostenible de este recurso imprescindible».
«No siempre el agua es concebido como un bien natural y gestionado con criterios de sostenibilidad, de ahí que no pare de crecer la demanda de agua y las administraciones se esfuercen en garantizar esa demanda sin realmente tener la capacidad de ofertar ese agua, lo que genera tensiones importantes en la sociedad y en la propia naturaleza», ha explicado Fernández.
El dirigente ha apuntado que «la situación se ha agravado en los últimos años con un escenario de escasez creciente del recurso agua debido a los efectos del calentamiento global, del cambio climático y de un crecimiento constante de demanda de agua consecuencia de un modelo económico insostenible, con una significación relevante en la expansión de un modelo agrario basado en la agricultura intensiva, que exigen enormes cantidades de agua».
Fernández ha apuntado que «nada a corto plazo hace pensar que esta situación de escasez creciente de agua vaya a cambiar, por lo que hay que incidir en optimizar los elementos principales para una gestión sostenible que pasa por moderar y frenar la demanda, controlar la oferta, concienciar a los sectores productivos, sensibilizar a la población y garantizar una gestión pública a lo largo de todo el ciclo integral del agua en Andalucía».