El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido en el Senado para informar sobre el Plan de Ahorro y Gestión Energética, su perspectiva territorial y el contexto económico y social.
Pedro Sánchez ha articulado su intervención inicial ante el Pleno de la cámara alta en torno tres cuestiones: ¿Qué va a pasar con la energía este invierno? ¿Qué va a pasar con los precios? ¿Qué va a pasar con la economía y con el empleo en su conjunto?
Sánchez ha asegurado que el camino del Gobierno frente a estos interrogantes está claro: «Elegimos la esperanza y estamos del lado de las soluciones».
El presidente ha afirmado que las medidas ya adoptadas por el Ejecutivo, y las que tomará a partir de ahora, están destinadas a proteger a familias, clases medias y trabajadoras, empresas, pymes y autónomos y a que haya un reparto justo y solidario de las cargas.
Medidas contra la crisis energética
Sánchez ha explicado que la Unión Europea se está preparando para el peor escenario energético posible derivado de la guerra de Ucrania, que sería el corte total del suministro de gas por parte de Rusia. Para ello, está aumentando las importaciones desde otros países, acelerando la diversificación de las fuentes de energía y reduciendo el consumo.
Asimismo, será fundamental, ha defendido Sánchez, la unidad y la solidaridad entre todos los Estados miembro. España ya está auxiliando a otros países exportando gas en forma de electricidad y estudiando la ampliación de las interconexiones entre la península y el resto del continente. En lo que llevamos del año 2022, ha detallado, el 10% del gas natural que llega a la Unión Europea ya entra por nuestro país (7% en forma de gas natural licuado y un 3% a través de gaseoducto).
Además, España, aunque parte de una mejor posición porque depende menos del gas ruso y cuenta con un tercio de la capacidad de regasificación del conjunto de la UE, ha fijado también un objetivo de reducción de consumo de gas, concretamente un 7%.
Las medidas adoptadas en agosto para los espacios y edificios públicos ya han permitido reducir el consumo energético en más de un 4,6% y en breve se formularán otras adicionales. También habrá recomendaciones para la ciudadanía que, ha garantizado Sánchez, no van a ser dramáticas: «No se trata de hacer grandes sacrificios, sino de adoptar pequeños cambios de hábitos».
Doblegar la curva de la inflación
Respecto a los precios, y aunque los principales organismos económicos – Comisión Europea, FMI o Banco de España- estiman que la inflación irá disminuyendo en los próximos meses, Pedro Sánchez ha optado por la prudencia porque hay muchos elementos imprevisibles.
No obstante, ha dicho, «los españoles y españolas sí pueden estar seguros de una cosa: vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano y más para doblegar la curva de la inflación y para proteger a las clases medias y trabajadora de nuestro país. Vamos a poner el interés de la gente por delante de todo lo demás».
El presidente ha señalado que el Gobierno ya ha movilizado 30.000 millones de euros para mitigar la subida de los precios y ha aprobado medidas «sin precedentes». Entre ellas ha repasado el Ingreso Mínimo Vital, la reforma de las pensiones, las ayudas para carburantes, los abonos gratuitos en el transporte público, el bono social eléctrico y la rebaja en los impuestos de la luz, que ahora se aplicará también al IVA del gas, ha adelantado.
La puesta en marcha de la excepción ibérica, ha continuado, ha permitido que la factura eléctrica de los hogares y empresas españolas se contenga en más de un 15%. Sánchez ha anunciado que las instalaciones de cogeneración de las industrias con gran consumo de gas también van a quedar cubiertas, temporalmente, por este mecanismo, tal y como habían solicitado.
Sánchez se ha detenido en esta medida como ejemplo de las propuestas de reforma del mercado energético planteadas por su Gobierno en la Unión Europea: «Fue el primero que, ya en septiembre de 2021, alertó de que las reglas que regulan el funcionamiento del mercado eléctrico no estaban funcionando».
El presidente se ha mostrado satisfecho porque la Comisión Europea haya reconocido recientemente la necesidad de esa reforma, que también avalan la práctica totalidad de los Estados miembros.
Evolución económica positiva
El jefe del Ejecutivo se ha apoyado en los datos de la Comisión Europea, la OCDE, el FMI, el Banco de España o la CEOE para avanzar una previsión de crecimiento de la economía española del 4% en 2022 y más del 2% en 2023.
Sánchez ha repetido que también en este aspecto hay incertidumbres y retos importantes pero que España los enfrenta en mucha mejor posición que en el pasado y «con grandes fortalezas que, según la mayoría de organismos nacionales e internacionales, van a permitir a España superar esos retos y seguir creciendo en los próximos años».
Algunas de estos pilares son el aumento del empleo y de la afiliación a la Seguridad Social, la mejora de la producción industrial y las exportaciones, la recuperación de la actividad turística, la reducción de la deuda en hogares y empresas, el saneamiento de las cuentas públicas y el impacto de la ejecución de los fondos europeos de recuperación NextGenerationEU a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Hacia un nuevo modelo económico
El presidente del Gobierno se ha mostrado optimista respecto al futuro de España y Europa y ha confiado en que las reformas estructurales que se están realizando alumbrarán un nuevo modelo económico «más responsable, más respetuoso con el medio ambiente y más preocupado por el bienestar de las personas y la cohesión social y territorial».
Sánchez ha interpretado la afirmación ‘la era de la abundancia ha terminado’ como una invitación al fin del derroche y no como un pronóstico del fin del progreso porque Europa y España no están dejando de progresar, solo «están empezando a hacerlo de otra manera».