La Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales acoge una jornada de evaluación de esta iniciativa conjunta para conservar estas especies en el litoral gaditano
El delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, Oscar Curtido, y la vicerrectora de Política Científica y Tecnológica de la Universidad de Cádiz, María Jesús Mosquera, han participado en la jornada de evaluación y de presentación de resultados de la iniciativa conjunta del Parque Natural Bahía de Cádiz y la Universidad de Cádiz para la protección del chorlitejo patinegro y el charrancito común en hábitats del espacio natural protegido.
En este acto, celebrado en la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales el Campus de Puerto Real, les han acompañado el decano del centro académico, José Antonio Perales; el presidente de la Junta rectora del Parque Natural Bahía de Cádiz, Javier Benavente; el director de los Servicios Centrales de La Salina La Esperanza, Alejandro Pérez-Hurtado, y el director conservador del Parque Natural Bahía de Cádiz, Rafael Martín, además de alumnado de la UCA, entre otros asistentes.
Oscar Curtido ha subrayado “el valor de la cooperación institucional y de la colaboración con asociaciones, entidades y empresas para desarrollar este destacado proyecto para proteger las poblaciones de estas dos especies amenazadas en nuestro litoral”. También ha resaltado “la relevancia de seguir sumando voluntades desde esta iniciativa que enlaza investigación y gestión, y desde el apoyo de esta Consejería para preservar especies amenazadas, zonas de nidificación y cría y apostar por la protección medioambiental”.
De este modo, ha aludido a una iniciativa con varios años de experiencia para proteger ejemplares de chorlitejo patinegro y charrancito común en zonas donde anidan y crían, iniciándose en la Playa de Levante y Punta de los Saboneses, en El Puerto, y en colaboración con el Parque Metropolitano de Los Toruños y Pinar de la Algaida. Posteriormente, se ampliaron los trabajos a las áreas dunares de La Punta del Boquerón en San Fernando.
En esta línea, desde esta Consejería se preservan zonas de cría y nidificación para la protección de estas aves de litoral y para compatibilizar el uso público de los espacios naturales con la protección del medio ambiente.
Las tareas en estas dos zonas se complementan con las que desde hace años se realizan desde la Universidad de Cádiz en la Salina la Esperanza en estas y otras especies de aves marinas presentes en el Parque Natural. En la actualidad, es la zona más importante del Parque Natural Bahía de Cádiz para las poblaciones reproductoras de chorlitejo patinegro, ya que alberga en sus 39 hectáreas al 70% de la población del parque. De hecho, en estas salinas “se alcanza una de las densidades más altas de Europa”, tal y como ha explicado María Jesús Mosquera.
También se ha destacado que una iniciativa similar se está realizando desde hace años en el Parque Natural de La Breña y Marismas del Barbate.
Tanto Oscar Curtido como el presidente de la junta rectora del Parque Natural Bahía de Cádiz y el director de Servicios Centrales de La Salina La Esperanza han resaltado la importancia de la colaboración entre la Junta de Andalucía, los espacios naturales protegidos y la Universidad para la protección de especies como el chorlitejo patinegro y el charrancito común.
En esta línea, se ha valorado que la colaboración entre el Parque Natural y la Universidad de Cádiz es cada vez más intensa y sistémica, redundando en un aporte cada vez mayor de conocimiento de los valores naturales de este enclave y favoreciendo la toma de decisiones para la gestión de este espacio basadas en datos científicos de calidad.
En este ámbito, también se ha agradecido el apoyo de empresas y asociaciones a este proyecto y a los estudiantes de la Universidad de Cádiz que han colaborado en el seguimiento y evaluación de las poblaciones de estas dos especies de aves marinas amenazadas, desde un “proyecto de sociedad” que abarca desde el apoyo institucional a la aportación del alumnado de la Universidad en el seguimiento científico de las poblaciones y en la evaluación de las medidas de protección, coordinados por el profesor Alejandro Pérez y su equipo, así como la colaboración de empresas, asociaciones y voluntariado.
Además de evaluar la andadura de esta iniciativa, en esta jornada se ha reseñado el éxito de este proyecto, concretando su perdurabilidad y sostenibilidad.