Agentes de la Guardia Civil, en el marco de la ‘Operación Plumber’, ha detenido a un padre y a su hijo en la localidad de Zahara de la Sierra (Cádiz) como presuntos responsables de dos puntos de venta y consumo de droga al menudeo instalados en sus respectivos domicilios familiares, permitiendo además el consumo de la droga en el interior.
Según ha indicado en una nota, la actuación de la Guardia Civil ha dado como resultado la aprehensión de un total de 56 gramos de cocaína en roca de gran pureza, 1,25 kilos de marihuana, distribuida en su mayoría en cogollos, y hachís, todo ello dispuesto para su venta directa.
Además, se ha detenido a un hombre de 60 años y su hijo de 32 y se ha procedido a la investigación de dos personas más, todas ellas integrantes de este entramado familiar.
Según ha explicado la Guardia Civil, la operación dio comienzo durante el pasado mes febrero, cuando se inició una investigación al tener conocimiento de la existencia de un punto de venta de droga ubicado en un domicilio del núcleo urbano de Zahara de la Sierra.
Así, durante las primeras investigaciones los agentes observaron una frecuente ida y venida de consumidores de estupefacientes, tanto de personas naturales de Zahara de la Sierra como de localidades aledañas, dando como resultado la interceptación en diversas ocasiones de consumidores de droga a los que se les intervinieron pequeñas cantidades de droga adquiridas en el domicilio controlado. Todo ello además estaba generando una gran alarma social entre los vecinos.
Por todo ello, la Guardia Civil estableció un dispositivo de vigilancia esporádica sobre el lugar, descubriendo la existencia de otro punto de venta muy próximo, situado en otro domicilio y regentado por el padre del primer sospechoso, que ejercía la misma actividad ilícita.
Tras descubrir que las dos personas implicadas compartían el vínculo padre e hijo y que ambos regentaban en sus respectivos domicilios un activo punto de venta de estupefacientes, que tenían activo las 24 horas y les hacía tener multitud de compradores, los agentes obtuvieron el correspondiente mandamiento judicial de entrada y registro para los domicilios controlados con resultado positivo.
Durante los dos registros, que se ejecutaron de forma simultánea, los guardias civiles encontraron en el interior indicios suficientes de autoría delictiva con la aprehensión de un total de 56 gramos de cocaína en roca de gran pureza, 1,25 kilos de marihuana y hachís, todo ello oculto entre el mobiliario y dispuesto para su venta directa. De la misma forma, se incautaron 4.349 euros fraccionado en monedas y billetes de diverso valor, balanzas de precisión, dos armas de caza y otros útiles que los relacionaban directamente con los hechos investigados.
Además, en el transcurso de los registros se observó la existencia de indicios en los que se reforzaba la sospecha del consumo de drogas en el interior de los domicilios ya que se localizaron restos de cocaína perfectamente dispuesta para ser consumida.