La reciente oferta de empleo público para el año 2023 presentada por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha desencadenado críticas y preocupaciones por parte del Sindicato Médico Andaluz (SMA). La distribución desigual de plazas y recursos entre distintas categorías profesionales, en particular, entre médicos y enfermeros, ha generado cuestionamientos sobre la equidad en el sistema de salud público de Andalucía.
En un comunicado emitido por el SMA, se expresó la inquietud sobre la percepción de que el SAS parece haber priorizado la consolidación de plazas para auxiliares de enfermería y enfermeros en detrimento de otras categorías profesionales, en especial, los médicos. Se señaló que, en el caso de la enfermería, se aplicaron criterios ventajosos que no se extendieron a otros grupos profesionales.
El comunicado del SMA enfatizó la urgencia de implementar medidas para atraer y retener a nuevos profesionales en el sistema público de salud, con un énfasis particular en la necesidad de fortalecer el grupo de facultativos, y más específicamente, de los médicos de Atención Primaria.
El SMA destacó que la expansión notable de las plantillas de enfermería en los centros de Atención Primaria del SAS es evidente y puede resultar llamativa para cualquier ciudadano que acuda a un centro de salud en la actualidad. Este aumento de personal en enfermería es tan llamativo como la escasez de médicos que experimentan los pacientes y la dificultad que enfrentan para obtener una cita médica.
El sindicato señaló que el SAS parece estar apresurado por consolidar las plazas de enfermería que se han expandido recientemente, mientras que no ha mostrado la misma flexibilidad en la aplicación de criterios para abordar la grave escasez de médicos en Atención Primaria.
El SMA fue aún más lejos al describir una estrategia aparente por parte de los actuales responsables de la Consejería de Salud que consiste en reemplazar a los médicos por personal de enfermería, lo que podría llevar a una disminución en la calidad de la atención pública. La preocupación radica en la posible sustitución del conocimiento médico genuino por la aplicación rutinaria de protocolos asistenciales, llevada a cabo por profesionales sin la debida cualificación médica.
La alarma es evidente, ya que esta estrategia podría tener un impacto negativo en la calidad de la atención médica proporcionada a los ciudadanos. Las víctimas potenciales de esta estrategia serían los propios ciudadanos.
El comunicado del SMA concluyó destacando que, mientras la medicina pública parece estar en un estado de deterioro, el SAS sigue sosteniendo el argumento de la falta de médicos como justificación para la falta de atención médica adecuada. El sindicato argumentó que este enfoque ha perdido credibilidad y que la escasez de médicos no es insuperable, sino más bien una elección deliberada.
En última instancia, el SMA llamó a los ciudadanos a ser conscientes de esta estrategia en sus interacciones con el sistema de salud. Si se les ofrece ser atendidos por personal de enfermería en lugar de médicos en sus visitas a centros de salud, el sindicato insta a los ciudadanos a recordar que esto no es resultado de circunstancias fortuitas, sino de una estrategia deliberada que consideran costosa e ineficaz.